The Karate Kid, de John G. Avildsen, pasó a la historia desde aquel año 1984 en el que vio la luz por primera vez en las grandes pantallas. Pero, sobre todo, pasó a la historia por uno de sus personajes principales. Marca personal imborrable en la mente de cualquier persona, pertenezca a la comunidad fan o no. “Encerar con la mano derecha y limpiar con la mano izquierda. Respirar profundamente. Dar cera, pulir cera”. Cómo confundirnos, si no hay cabida para ello. Efectivamente, hablamos del señor Nariyoshi Miyagi, interpretado por el actor Pat Morita.
El 2005 marca el año de la tragedia. En el año 2005, el 24 de noviembre para ser exactos, el actor Pat Morita fallecía a causa de una insuficiencia renal. Dejando un hueco vacío en los corazones de, además de sus familiares y allegados, en la comunidad fan de The Karate Kid. Una partida del mundo terrenal que le impidió ver el éxito con el que hoy se erige la saga de películas. A través de Cobra Kai, de Netflix. Una secuela que ocurre 30 años después del legendario enfrentamiento final en aquel año 1984 en el torneo de karate All Valley. Poniendo esta vez el protagonismo en quien fue antagonista: Johnny Lawrence.
Una serie perteneciente al universo de The Karate Kid (obvio, como ya hemos dicho, es la secuela) de la que ya hemos hablado en el diario. Pero hoy, ella no es la protagonista. Sino del difunto Pat Morita, a quien nos referíamos al comienzo. Así es More Than Miyagi: The Pat Morita Story. Un documental sobre la verdadera estrella. Te traemos todos los detalles y, como no, la fecha del esperado estreno.
2La vida de un joven Noriyuki «Pat» Morita, mucho antes de The Karate Kid
Noriyuki “Pat” Morita nace en Sacramento, en el estado de California, el 28 de junio del año 1932. Con ascendencia japonesa. De padres japoneses que se dedicaban a la venta ambulante de fruta. Una vida prematura nada fácil. Ya a los dos años sufre una grave infección por tuberculosis espinal que lo dejó prácticamente inválido.
Se creyó que nunca volvería andar. Pero a los once años, cuando finalmente le fueron soldadas cuatro vértebras y tras las duras rehabilitaciones, Pat Morita logró recuperarse a sus once años. Y fue por aquella época en la que comienza a enamorarse de la interpretación. Siempre hospitalizado, rara vez en casa, no podía salir con amigos. Y lo que hacía el señor de The Karate Kid en su infancia era pintar caras a sus calcetines, e inventar historias.