Hace poco más de un año que la Infanta Pilar nos dejaba. La hermana del Rey Emérito Juan Carlos I ha dejado una importante herencia a sus cinco hijos. Transcurrido todo este tiempo, parece que ya se han repartido todos los bienes que en vida fue amasando Pilar de Borbón. Casas, fincas y joyas. Unas joyazas que han acabado repartidas y que vamos a ver qué le ha tocado a quién. Y es que el patrimonio de los borbones ha ido creciendo a lo largo de todos estos años. La infanta además ha estado muy pegada siempre a su hermano don Juan Carlos. Ella vivía en una casa cerca de Puerta de Hierro.
También la hermanísima del rey poseía una finca en Calviá, Mallorca. Además de infanta, Pilar de Borbón también ostentaba el ducado de Badajoz, que también ha pasado a uno de sus cinco hijos. Y sobre todo lo que más ha interesado a los descendientes han sido las joyas. Estas alhajas se han dividido en cinco lotes. Así, cada uno de ellos ha sido repartido a los hijos. Sin embargo, a pesar de ser infanta y ser Borbón, Pilar nunca representó a la familia real salvo en algunos casos muy contados. Pero en esas ocasiones, la Infanta Pilar siempre ha presumido de joyero. Desde oro, brillantes zafiros, provenientes tanto de las reinas españolas anteriores como de otros lugares. Vamos a ver qué ha pasado y cómo se han repartido estas joyazas de la ya fallecida hermana del Rey Emérito.
4Diadema y broche
El joyero de la infanta Pilar era tan amplio, que casi cada joyaza que tenía podía ser utilizada de varias maneras. Ya hemos visto cómo ella utilizó un pendiente de zafiro dentro de un collar. También hemos contado que Laura Ponte puso del revés una tiara para darle otra nueva vida.
Esto también lo hizo Pilar de borbón con una de las diademas que poseía. Esta diadema de valor incalculable fue utilizada como collar. Según los rumores fue un regalo de bodas que recibió del propio Luis Gómez-Acebo, su marido.
De hecho este collar ha sido utilizado en ceremonias por otros familiares. En la boda de su hijo Fernando Gómez-Acebo, la infanta Pilar le cedió a Mónica Martín, su futura esposa, la diadema collar. Ella no dudó en utilizarlo como si de una tiara se tratara.