El Instituto Cervantes ha homenajeado este viernes 15 de enero al poeta Jaime Gil de Biedma en el 30 aniversario de su muerte con la entrega de un legado ‘in memoriam’ en la Caja de las Letras y posteriormente la celebración de un concierto.
«Jaime fue una persona decente, que no conviene nunca confundirlo con un puritano. Es normal que los numerosos filólogos que han estudiado su poesía destaquen la capacidad que tuvo para empatizar y conmoverse con los más débiles, las víctimas de la sociedad, los pobres y las personas más necesitadas o las mujeres explotadas por el machismo imperante en la España que le tocó vivir», ha explicado el director del Cervantes, Luis García Montero.
Precisamente, durante su intervención, Montero –quien conoció a Gil de Biedma– ha hecho alusión al diario ‘Retrato de un artista’, publicado a la muerte del poeta, y que ha sido criticado por otros escritores y estudiosos debido a los fragmentos eróticos que incluye en los que cuenta cómo pagó a jóvenes para tener sexo con ellos.
«Es una lección más con la honestidad literaria y una lección ética. Cuando Jaime fue consciente de su muerte, dejó preparada una versión definitiva de su diario con una sinceridad descarnada de su viaje a Filipinas. Allí, sus experiencias homosexuales no fueron muy diferentes a las de la prostitución en la España de la época, con sus detalles más sórdidos», ha recordado el director del Cervantes.
«Muchos autores han narrado sus primeras experiencias sexuales bajo una atmósfera estrecha y represiva. Leer el diario es conveniente para quien quiera comprender la evolución de la sociedad española», ha añadido Montero, quien defiende que Gil de Biedma descubrió en Filipinas «la pobreza, la miseria del colonialismo, la explotación y el maltrato humano».
Además, ha insistido en la importancia de analizar la obra del poeta con «rigor filológico y no en esos puestos de segunda mano que depara el rastro del cotilleo, la falta de estudios universitarios y la murmuración calumniosa».
Para García Montero, la obra de Gil de Biedma no solo conectaba con la poesía anglosajona o francesa de Baudelaire, que conocía bien sino que también tenía «un conocimiento profundísimo» de la poesía española. «Pero siempre negándose a todos los posibles espectáculos que mezclan poesía con pedantería, una de las enfermedades más graves de la lírica», ha destacado.
«Quizás esta parte de memoria (del legado) ayude a conseguir los deseos que el mismo Gil de Biedma persiguió. ‘Pido que España expulse esos demonios’. Cuando aprendamos a respetarnos, a amarnos a nosotros mismos lejos del fango y estar orgullosos de nuestros poetas, como Gil de Biedma, dejaremos sin voz a muchos de esos demonios de tres al cuarto», ha alertado.
UN LEGADO «SOBRIO»
Posteriormente, una de las sobrinas del poeta, Inés García-Albi, ha depositado el legado «sobrio» del autor catalán en la Caja de las Letras número 1602, que ha incluido una separata numerada con el 12, de una tirada de 50 ejemplares, de ‘Por vivir aquí’ del año 1958, dedicada a una de sus hermanas.
Asimismo, el legado también incluye la primera plaquette de una obra del año 52 dedicada a la madre del poeta; una carta a una de sus hermanas –«cultivó la correspondencia con intención literaria, según su sobrina– o una primera edición de su poética en Seix Barral del año 1969.
También una minuta de una comida del 75 aniversario de la compañía de Tabacos de Filipina para la que trabajaba y a donde fue en el año 1956, justo el mismo año que plasma en su diario –del que también se deposita una primera edición–. Por último, se deposita un original de un artículo con una semblanza de Picasso para un libro homenaje al pintor malagueño.
«Como tío, era alguien muy cariñoso, con el que compartimos varios recuerdos de familia. Primero, el amor de todos, en la casa de Segovia, lugar en el que estuvimos más tiempo juntos y donde había una afición a la tertulia nocturna, si es posible con whisky mejor», ha comentado con humor García-Albi.