Si algo nos ha dejado Filomena es hielo. Y caminar por el hielo no es nada sencillo. Filomena es una borrasca de la que nos acordaremos durante mucho tiempo. Llegó, nos dejó nieve en media península y se fue. Pero el tiempo que ha hecho después no ha permitido deshacerse a esta nieve. Así que ahora lo que hay es una gran placa de hielo en muchísimas calles de nuestras zonas de residencia. Algunos se acordarán más que otros de esta borrasca, porque una mala caída les ha hecho visitar al médico de urgencias.
Las visitas por traumatismos se han multiplicado debido a las bajas temperaturas y al suelo tan resbaladizo que se ha quedado. Pero por suerte, si no te has caído o no quieres volver a caerte, aquí te vamos a dar unos consejos para que no beses el piso y no te hagas daño. El principal es que, si no es necesario que salgas, no vayas a ningún sitio. Y más si ya tienes una edad y cualquier golpe puede ser peor para ti. Así que coge un cuaderno y toma nota de estos trucos para caminar sobre el hielo.
4Andar despacio
Otro de los secretos si no disponemos de bastones de trekking y zapatos antideslizantes o crampones es ralentizar el paso. Cuando estemos y no tengamos la seguridad de guardar el equilibrio, debemos empezar a caminar más despacio.
El hielo puede ser muy traicionero, pero si en vez de andar rápido, vamos andando despacito, aunque lleguemos más tarde, evitaremos el gran medida el peligro de resbalón. Además, si vamos despacio y caemos, deslizaremos menos.
El andar despacito quita mucha parte de peligro. Si además lo acompañamos con el paso de pingüino que hablábamos en la primera parte, mejoraremos mucho la verticalidad. Y por supuesto, intentaremos llevar los bolsillos sin mucho peso.