El Tribunal de Cuentas de la Unión Europeo ha publicado este jueves un informe sobre el funcionamiento del Mecanismo Único de Resolución (MUR) en el que ha reclamando la puesta en marcha de instrumentos que garanticen las necesidades de liquidez en el caso de que se inicie un proceso de resolución de una entidad bancaria.
A juicio de los auditores europeos, es «fundamental» que una vez iniciado el proceso de liquidación de un banco, este pueda acceder a la liquidez necesaria para «refinanciar sus pasivos a medida que vencen, debido, por ejemplo, a la incertidumbre sobre su viabilidad».
La falta de avances en relación a la «continuidad financiera» de una entidad que se enfrente a estas circunstancias sigue siendo «preocupante», advierte el organismo en un comunicado, en el que añade que esta situación «puede restringir las opciones para la resolución de un banco de la manera más eficaz».
«Hemos visto que algunas políticas muy importantes no han sido atajadas, como la continuidad financiera. Es un tema crucial en caso de que un banco sea resuelto», ha explicado Rimantas Sadzius, responsable del informe, en una rueda de prensa en la que ha desgranado las conclusiones del mismo.
En concreto, el documento recuerda que, según los expertos, la red de seguridad de hasta 70.000 millones que proporcionaría el Mecanismo Europeo de Estabilidad (MEDE) si los fondos del Fondo de resolución no son suficientes «podría ser insuficiente para satisfacer las necesidades de financiación para la resolución, en particular en lo que se refiere a la inyección de liquidez».
Sadzius, no obstante, ha preferido no pronunciarse sobre un la forma que tomaría un modelo que buscase atajar esta deficiencia de la Unión Bancaria y ha afirmado que se trata de una tarea que corresponde a la Comisión Europea y a las instituciones con poderes legislativos (Eurocámara y países).
Otro problema identificado por los auditores europeos es la falta de coherencia en la elaboración de planes de resolución. La Junta Única de Resolución (JUR) es el organismo encargado de diseñarlos para los bancos más grandes, pero este trabajo se delega a las autoridades nacionales en el caso de entidades más pequeñas.
El responsable del informe del Tribunal de Cuentas de la UE ha defendido que, en búsqueda de una mayor homogeneidad de dichos planes, las directrices elaboradas por la JUE deberían ser «vinculantes». «En nuestra opinión, los planes de resolución deben ser coherentes en Europa, y ahora vemos alguna creatividad», ha apuntado.
Además, los auditores europeos han señalado que no existe «ninguna política sobre gobernanza y comunicación» para la resolución, que incluye medidas para garantizar el suministro de datos y o para mejorar la eficacia en la supervisión y en la toma de decisiones durante la fase de planificación y en caso de crisis.
Por otro lado, ponen el acento en la necesidad de una mejor armonización entre el marco de resolución europeo y los procedimientos nacionales de insolvencia y recomiendan que las normas sobre la resolución de bancos establezcan umbrales «objetivos y cuantificados» para poner en marcha medidas de «atención temprana».
«El MUR ha logrado avances en los últimos años, pero es necesario seguir avanzando para planificar correctamente la liquidación ordenada de bancos inviables», ha resumido Sadzius. «Hemos constatado que todavía no se han abordado todos los ámbitos en los que se existen insuficiencias», ha zanjado.