La adopción de Inteligencia Artificial (IA) no aumentó masivamente en 2020, pese a que el 60 por ciento de las empresas de alto rendimiento (los ‘top-performers’) hayan aumentado este año la inversión en esta tecnología, según las conclusiones de la nueva edición del informe ‘El Estado de Inteligencia Artificial 2020’, elaborado por McKinsey & Company
Este estudio analiza la implementación de esta tecnología en las compañías de todo el mundo durante el último año, así como la forma en que genera valor. La encuesta se realizó a un total de 2.395 participantes de distintas regiones, industrias y empresas.
McKinsey observa una creciente división entre las empresas de alto rendimiento y otras compañías que no han rentabilizado aún la inversión acometida. Según el informe, más del 60 por ciento de las empresas de alto rendimiento han aumentado este año la inversión en IA en respuesta a la situación derivada de la crisis de la Covid-19, siendo el sector sanitario, de automoción y servicios financieros los que han liderado esta adopción.
Adicionalmente y en línea con las cifras del año anterior, el 50 por ciento de las empresas integran la IA en, al menos, una función de sus organizaciones. Junto a este dato, en términos generales, los últimos indicadores analizados a través de la encuesta, fuera del contexto de la pandemia, no muestran un aumento significativo en la adopción de la IA, debido potencialmente a que haya pasado la fase ‘hype’ de dicha tecnología (el ciclo de sobreexpectación).
LA INFLUENCIA DE LA IA EN LOS RESULTADOS ECONÓMICOS
Al mismo tiempo, la encuesta ha medido por primera vez la relación entre la adopción de IA y resultados económicos. Según la encuesta, las compañías con una mayor aportación de la IA al EBIT (Beneficio antes de intereses e impuestos) experimentan un mayor crecimiento anual que el resto de empresas. El 22 por ciento de las empresas que han implementado algún tipo de AI observan un impacto positivo sobre su EBIT.
En esta misma línea, las organizaciones que reportan el mayor impacto de IA en cuenta de resultados exhiben una mayor flexibilidad organizacional, así como la adopción de una serie de mejores prácticas alrededor de modelos, herramientas, tecnología y uso de datos.
Asimismo, el informe confirma la importancia de aplicar algunas prácticas para que la implementación de estas tecnologías pueda generar valor económico. «Para ello, es indispensable que los líderes de negocio, analytics y IT estén en sintonía sobre el potencial valor en juego que la IA puede proporcionar en cada dominio», detalla el informe.
LOS DEPARTAMENTOS MÁS BENEFICIADOS
Además, su aplicación requiere una inversión suficiente en talento y asegurar que todos los empleados involucrados cuenten con las habilidades necesarias. A nivel de funciones marketing y ventas, los departamentos de estrategia corporativa y finanzas, junto a la cadena de suministro, son los que registran un mayor impacto de la adopción de IA en términos económicos.
A pesar del consenso sobre los potenciales riesgos que puede acarrear la IA (tales como violaciones de privacidad, sesgos no intencionados y otros resultados negativos), la encuesta muestra que, aunque muchas compañías no reconozcan todos los riesgos asociados a esta tecnología, se están impulsando las palancas para mitigar algunos de ellos. El informe destaca también que la ciberseguridad y el cumplimiento normativo son los riesgos asociados a la IA considerados más relevantes.