Hace tan solo un año nadie hubiera imaginado que tendríamos que llevar todos los días una mascarilla y de la misma manera, tampoco pensamos que llevar una mascarilla sería, en ciertas ocasiones, tan doloroso y molesto. El hecho de que no estamos acostumbrados a llevar mascarilla termina pasándonos factura sobre todo cuando las utilizamos durante mucho tiempo seguido. A veces también puede ocurrir que las mascarillas que usamos no tienen las tiras demasiado largas y nos crean rozaduras y eccemas en la parte posterior de la oreja.
7Las mascarillas quirúrgicas son más apretadas
Otro de los aspectos que debemos tener en cuenta es que no todas las mascarillas aprietan por igual. Las quirúrgicas tienden a ser algo más apretadas y esto puede causarnos heridas en las orejas además de que tienden a apretar más en la zona del mentón y los pómulos. Si no cuidamos estos pueden incluso surgir lesiones cutáneas debido al roce.
Para protegernos de los roces debemos usar alguna de las herramientas de prevención que hemos comentado en los apartados anteriores además de seguir manteniendo la hidratación en esas zonas. Las cremas reparadoras son una buena opción cuando aún no se ha creado ninguna herida.