Hace tan solo un año nadie hubiera imaginado que tendríamos que llevar todos los días una mascarilla y de la misma manera, tampoco pensamos que llevar una mascarilla sería, en ciertas ocasiones, tan doloroso y molesto. El hecho de que no estamos acostumbrados a llevar mascarilla termina pasándonos factura sobre todo cuando las utilizamos durante mucho tiempo seguido. A veces también puede ocurrir que las mascarillas que usamos no tienen las tiras demasiado largas y nos crean rozaduras y eccemas en la parte posterior de la oreja.
5El uso del imperdible con la mascarilla
Esta es otra de las formas más fáciles de ahorrarte los dolores de orejas. Tan solo necesitamos un imperdible de los de toda la vida. Este lo agarraremos a cada tira de las mascarilla y luego quedará en la parte trasera uniendo ambas tiras. Lo bueno del imperdible es que es imposible que la mascarilla se te descuelgue.
Lo malo que tiene el imperdible es que no es elástico así que si te queda bien la mascarilla al ponerlo no es problema pero si te queda muy suelta tendrían que variar el tamaño del imperdible hasta conseguir uno que tenga el tamaño idóneo para tu cabeza. El imperdible es rápido, pero poco eficaz.