Un informe elaborado por la Conselleria de Salud de la Generalitat y el grupo Biocomsc de la Universitat Politècnica de Catalunya (UPC) sitúa el pico epidémico algunos días antes del inicio de la campaña electoral para las elecciones catalanas del 14F y el de presión asistencial en las UCI días antes de la celebración de los comicios.
En un informe expuesto a la mesa de partidos, consultado por Europa Press, los expertos elaboran los dos escenarios «más probables a medio plazo», sin que se incluyan velocidades de propagación como las que se han producido en el Reino Unido.
Un primer escenario en el que se mantiene una velocidad de propagación (rt) estable alrededor de 1,15 hasta que hacen efecto las medidas implementadas el 7 de enero, que permite regresar al 0,9, y luego con una reapertura el 18 de enero situarse en torno a 1.
Un segundo escenario sería que el crecimiento actual se acelera temporalmente por efecto de Fin de Año hasta situarse en una rt estable alrededor del 1,3, hasta que surgen efecto las medidas contempladas el 7 de enero, baja hasta 0,9 y se sitúa en torno a 1.
En el primer escenario, el pico de contagios sería en torno al 20 de enero, con alrededor de 4.500-5.000 diarios, y el pico en las UCI sobre el 4 de febrero, con 640 pacientes covid: el 14-F habría en torno a 3.000 casos diarios y 610 ingresados en UCI.
En el segundo escenario el pico epidémico sería también en torno al 20 de enero, con alrededor de 6.000 casos diarios y en las UCI en torno al 10 de febrero, con 850 pacientes, y un descenso lento de casos y pacientes ingresados: el 14-F habría entre 4.500-5.000 contactos diarios y 840 ingresados en la UCI por covid-19.
Los expertos concluyen que el pico epidémico se alcanzaría algunos días antes del inicio de la campaña electoral, mientras que el de presión asistencial en las UCI días antes de la celebración de la votación, entre el 4 y el 10 de febrero según el escenario.
El informe señala que durante las próximas semanas Catalunya se mantendrá en fase de mitigación, lo que implicará diferentes grados de desprogramación de actividad asistencial no covid-19, dedicación intensiva para atender patología por coronavirus y mantener el ritmo de vacunación, y dificultad para realizar un rastreo óptimo por el elevado número de contagios.
También expone que las predicciones epidémicas y de presión asistencial hacen «poco probable» que, en base a criterios de salud pública, se puedan tomar medidas que supongan una desescalada muy significativa respecto a la situación actual.
Asimismo, el informe de los expertos también subraya que no se puede descartar una eventual aceleración de la rt por las bajas temperaturas, la imposibilidad de cortar cadenas de contagio o la eventual extensión de la variante británica del virus.