¿Cuidas realmente tus pies y talones? La piel es el órgano que se encarga de proteger tu organismo de factores y agentes externos. Es por ello que al igual que el resto de tus órganos también amerita atención. Generalmente la zona de los talones suele ser la más ignorada por muchos, por lo cual termina resultando agrietada y reseca. Con esta guía rápida podrás mejorar el aspecto de tus pies y junto con algunos consejos para evitar la resequedad.
Es fácil notar que la piel de tus pies es muy diferente a la de tu rostro o tus manos. La planta de los pies cuenta con una gran cantidad de células adiposas, por lo que es más gruesa, por lo cual es perfecta para amortiguar tu peso y resistir el roce continuo al caminar.
Pero al poseer un mayor espesor, la cantidad de sustancias grasas producidas para hidratas esta zona, en especial los talones, es más pobre en comparación a otras partes del cuerpo, por lo cual tiende a sufrir más resequedad.
Causas de los talones agrietados
Esta molestia se desarrolla por una alteración en los niveles de hidratación en la piel, y al estar tan seca tiende a endurecerse y por consiguiente a desgarrarse o romperse. Es por ello que la falta de humectación causa que la piel se agriete, y en el peor de los casos puede causar dolor e incluso sangrado.
Pero generalmente la falta de humectación solo causa molestias menores como:
- Picor o comezón.
- Grietas o rugosidades
- Descamación.
- Enrojecimiento.
Al ser una de las áreas del pie que sufre mayor fricción y presión, la piel de los talones suele maltratarse mucho y por ende amerita la misma atención (o incluso más) que el resto de la piel de tu cuerpo.
Factores que resecan los talones
- El mal calzado es uno de los principales causantes de este malestar. La resequedad se manifiesta mayormente en las zonas de los pies que más soportan presión, es por ello que el calzado influye en esto. El tipo de suela o la mala amortiguación pueden causar resequedad en el área del talón. Andar sin calzado también influye en gran medida, esto se debe a que se expone directamente a la planta del pie.
- Algunas enfermedades como la diabetes o los problemas circulatorios pueden afectar los niveles de hidratación de la piel, por lo que los pacientes con estas afecciones deben vigilar cómodamente el estado de sus pies, ya que son los más propensos a sufrir en el área de los talones. Particularmente si se encuentra en tratamiento médico debe prestar más atención a esta zona de los pies.
- El agua a elevadas temperaturas o los baños muy largos pueden eliminar las grasas naturales de la piel, y como resultado puede terminar causar resequedad. Los baños prolongados en las playas y las piscinas también causan resequedad en la piel debido a la sal y al cloro que se encuentra en el agua.
- La mala hidratación también es una de las causas de la resequedad en la piel de los pies, particularmente la de los talones. Esto se debe a que el cuerpo necesita una adecuada cantidad de agua diariamente para mantenerse en perfecto estado, y si no se toma con frecuencia es muy probable que la piel se vea afectada por ello. Una mala alimentación también puede traer consecuencias.
- La exposición constante al los rayos UV del sol pueden causar resequedad, al igual que la protección inadecuada durante las temporadas de invierno. El frío extremo y la radiación solar pueden deshidratar la piel de tus pies.
Evitar la resequedad en los talones
Para evitar que se reseque la piel de tus talones y así no sufrir de alguna molestia mayor, puedes seguir algunos de estos consejos:
- Usa un calzado que se adecúe a tus pies, que te brinde comodidad y amortiguación al caminar. Esto es fundamental para evitar que la piel de tus pies se maltrate y se reseque, evitando así las lesiones en los talones. Lo más recomendable es que consigas zapatos amplios, sin costuras y sin mucha elevación en la zona del talón. Lo mejor es que sea un calzado con buena sujeción en la parte de los talones.
- Evita tomar baños muy largos, trata de que no superen los 10 minutos. Y en caso de visitar la playa o la piscina, debes tomar una buena ducha para limpiar los restos de sal y cloro de su cuerpo. De esta forma evitarás la resequedad y el maltrato en la piel.
- Aplícate cremas hidratantes, particularmente si están fabricadas para los pies. De esta forma podrás tenerlos bien sanos. Algunas cremas podológicas pueden ser aplicadas luego de cada baño o antes de dormir. Particularmente la crema de urea, esta te aporta una hidratación profunda.
En caso de que la molestia persista puedes consultar a un especialista (podólogo) para que pueda determinar el mejor tratamiento para tus pies. Existe un tratamiento llamado quiropodia que es una solución efectiva y rápida para eliminar la resequedad de los talones.
Ahora sabes muy bien cómo acabar con esos talones agrietados de una vez por todas.