El coronavirus nos ha cambiado la vida a todos. El descubrimiento de las vacunas parece que nos está dando esperanzas de volver a una cierta normalidad. Pero elementos como la mascarilla parece que van a acompañarnos aún durante mucho tiempo. Y es que la pandemia ha hecho que el uso de las mascarillas se haya vuelto obligatorio para toda la población en prácticamente todo el mundo.
Pero su uso obligatorio no quiere decir que sea bien recibido. La mascarilla les resulta molesta a muchas personas, las gomas son incómodas, el hecho de llevar las boca tapada mucho rato a veces es agobiante, las personas que llevan gafas ven como sus cristales se empañan y además no se nos escucha nada bien. Las personas con problemas auditivos, especialmente, pueden ver mermada su capacidad de comunicación.
4Los dispositivos de amplificación de sonido pueden mejorar la comunicación
Los responsables del estudio sostienen que la mascarilla más que bloquear el sonido, lo que hacen es desviarlo de la boca. Para ellos: «Este detalle significa que simples dispositivos de amplificación pueden hacer que el habla enmascarada sea más accesible para todos”.
Y es que no debemos perder de vista que mantener conversaciones a la vez que se emplea una mascarilla puede ser más difícil. Y en ocasiones, resulta incómodo pues es más difícil leer las actitudes y las emociones de las personas. Además, la mascarilla podría interferir con los movimientos de la boca del usuario: los movimientos de los labios necesarios para las consonantes «labiales» – p, b, w, f, v, m – y algunas vocales, ya que no es tan sencillo bajar la mandíbula para hacer las vocales abiertas.
Debemos tener en cuenta, que todos los oyentes nos apoyamos en cierta medida en nuestro sentido de la vista a la hora de mantener una conversación. Hasta un cierto punto de manera inconsciente todos somos lectores de labios.