El coronavirus nos ha cambiado la vida a todos. El descubrimiento de las vacunas parece que nos está dando esperanzas de volver a una cierta normalidad. Pero elementos como la mascarilla parece que van a acompañarnos aún durante mucho tiempo. Y es que la pandemia ha hecho que el uso de las mascarillas se haya vuelto obligatorio para toda la población en prácticamente todo el mundo.
Pero su uso obligatorio no quiere decir que sea bien recibido. La mascarilla les resulta molesta a muchas personas, las gomas son incómodas, el hecho de llevar las boca tapada mucho rato a veces es agobiante, las personas que llevan gafas ven como sus cristales se empañan y además no se nos escucha nada bien. Las personas con problemas auditivos, especialmente, pueden ver mermada su capacidad de comunicación.
3Todas las mascarillas amortiguan el sonido en cierta medida
Los resultados nos hablan de una pérdida de transmisión que depende de la frecuencia de sonido y especialmente con el tipo de mascarilla. Todas las mascarillas consiguen amortiguar el sonido de alta frecuencia. La mascarilla que incorpora una ventana de plástico supone una ventaja para las personas con problemas de audición, ya que pueden leer los labios, pero también bloquea la mayor parte del sonido.
Las mascarillas de tela de algodón son efectivas para bloquear la expulsión de gotitas de saliva al hablar, pero también amortiguan mucho el sonido, impidiendo que salga de un modo claro. El rendimiento de la mascarilla parece depender principalmente del material y el tejido más que del grosor de las mismas.