Los neumáticos de invierno en Europa representan el 30% de las ventas totales, mientras que en el mercado europeo son solo una décima parte de esta penetración, con apenas un 3%, según ha informado Euromaster.
La red de talleres ha afirmado que el neumático está detrás del 30% de las incidencias mecánicas en invierno, por lo que «el conductor debe optar por una cubierta hecha por y para las condiciones meteorológicas propias de la estación actual».
Según Euromaster, otras ventajas del neumático homologado de invierno es que no hace falta poner cadenas en situaciones de nieve y al estar homologados, la policía permite circular sin ellas. Las cadenas tienen el hándicap de que el vehículo no ruede de manera homogénea, produciéndose pequeños golpes durante la circulación cuando se pisan los eslabones de la cadena, con el riesgo de dañar algunos componentes del sistema de suspensión-transmisión, ha advertido la red de talleres.
Sobre el líquido refrigerante, en las actuales condiciones invernales y en pleno temporal, Euromaster ha insistido en que es «fundamental» cerciorarse de que no haya perdido propiedades anticongelantes, que de ser así, una operación que cuesta apenas 50 euros puede multiplicarse hasta, como mínimo, los 1.000 euros al causar una rotura del motor.
LA «NO MOVILIDAD» TAMBIÉN AFECTA A LOS NEUMÁTICOS
Otra de las consecuencias de las fuertes nevadas es que los conductores, ante el temor de circular en estas condiciones, deje aparcado el coche, acentuando la «no movilidad», que se ha saldado con un 25% menos de desplazamientos en 2020, según la DGT.
Este escenario de «no movilidad» puede inducir erróneamente al conductor a pensar que su vehículo no sufre desgaste alguno, cuando en realidad parte de los elementos del coche sí se desgastan aún estando aparcados ‘sine die’, especialmente los que están hechos de caucho, como los neumáticos y la correa de la distribución.
En el caso de los neumáticos, Euromaster ha explicado que las grietas en la banda de rodadura ocasionan pérdida de adherencia, de tal modo que, aunque el dibujo esté perfecto, el neumático deja de tener agarre, «convirtiéndose en un riesgo para la seguridad vial del conductor, sus acompañantes y el resto de los usuarios de la vía». Y ha alertado de que si se agrieta la correa de distribución puede traducirse en una «costosa avería».