Todos tenemos un pasado, pero no a todos nos importa lo mismo enseñarlo o hablar de él. Cuando uno vive de su imagen, de su nombre o de su fama, de algo que se parezca a una reputación, puede ser embarazoso y molesto mostrarse tal y como era hace cinco, diez o quince años. Penélope Cruz vive de algo más que de su imagen, pues su talento como actriz, su elegancia y su sensibilidad están fuera de toda duda. La actriz madrileña cumplirá este año 47 años y se mantiene en lo más alto de su carrera, y aún nos quedan muchos años y muchas películas para disfrutar de Cruz. Pero el mundo del cine, y Hollywood sobre todo, es muy duro e ingrato. Por desgracia, muchas veces no basta con el talento.
Al igual que otras decenas de actrices y actores, Penélope Cruz ha pasado por el quirófano para arreglar y mejorar su imagen. Unos retoques aquí y otros allá, nada de gran envergadura. Pero si vamos sumando, gota a gota se hace el océano, y lo cierto es que si vemos una foto de la actriz de hace unos años se notan bastantes cambios respecto a la actualidad. Es una de las faenas y de las preocupaciones cuando se somete a la cirugía estética: que los otros vean fotografías de antes de que pasásemos por el quirófano, porque de algún modo esas imágenes nos desnudan, nos muestran tal y como somos sin arreglos ni silicona. Estas son las fotografías que nos muestran a la “vieja Penélope”, la que todavía no había modificado su aspecto ni su imagen.
5Otra Penélope
Esta foto de Penélope Cruz es del año 2001, del que se cumplen ahora dos décadas exactas. Reconocemos sin duda alguna su rostro, sabemos que es ella, pero ha cambiado bastante. En sus declaraciones públicas, Cruz ha repetido en varias ocasiones que le parece bonito envejecer con arrugas y que no le gusta mucho la cirugía plástica. No parece que haya cumplido del todo con su palabra, aunque sí que es cierto que no se le ha ido la mano como les ha pasado a otras actrices. Cuando se hizo esta fotografía, aunque no era ninguna desconocida, todavía no había alcanzado ni de lejos la fama y el éxito que tiene a día de hoy.
De hecho, tal vez ni siquiera soñaba con llegar a este punto. Ya había ganado por entonces su primer Goya, que fue en el año 1998 por su papel en La niña de tus ojos, dirigida por Fernando Trueba. En general, Penélope Cruz tiende a mostrarse natural y sencilla, y no se desvive por la imagen como hacen otros personajes del mundo de la farándula. Y es que Penélope se sobra y se basta con su talento y su inteligencia. Pero a veces, servidumbres de la fama, también es necesario mejorar el aspecto para salir mejor ante las cámaras.