Hace ya mucho que nuestra dependencia al móvil es más que preocupante. Es una adicción con todas las de ley, que implica comportamiento impulsivo y nos genera ansiedad y angustia si estamos lejos del objeto de deseo. ¿Qué sufrimientos no nos desgarran si, de pronto, el teléfono se nos queda sin batería estando fuera de casa y no tenemos manera de recargarlos? Para muchos de nuestros contemporáneos posiblemente sea esa la peor situación que puede imaginarse. No sabría que hacer con sus manos, cómo entretenerse en los pasos de cebra o a qué dedicar los tiempos muertos. Estos son nuestros ridícilos problemas del Primer Mundo, y con buen ojo comercial nuestros ingenieros y empresas tecnológicas se dedican a buscarles soluciones.
Ya han salido al mercado hace mucho las baterías portátiles, que son un complemento indispensable en la vida cotidiana de muchos. Antes salir de casa cargado de trastos que arriesgarse a quedar desconectado durante unos minutos o unas horas. Eso jamás, y por eso cualquier cachivache que nos garantice cargar nuestro teléfono móvil lejos de casa va a tener éxito seguro. Se han ensayado ya cargadores de móvil insertados en mochilas y pequeños estuches, y ahora un grupo de ingenieros está tratando de ir un paso más allá.
2Fibras eléctricas
El tejido en cuestión está hecho a base de fibras de nylon, que producen electricidad a partir de los movimientos simples del cuerpo. “Energía de remolino”, es como llaman los científicos a este fenómeno, y podría ser aprovechado a través de una serie de sensores y dispositivos móviles. Este tejido piezoeléctrico crea y acumula una carga que puede ser aprovechada y almacenada en una batería. El simple movimiento de girar los brazos mientras te pones la ropa puede ser suficiente para generar electricidad.
El profesor Kamal Asadi, uno de los autores del estudio, dice que hay una “creciente demanda de tejidos electrónicos e inteligentes”. Pero estas necesidades suelen toparse de bruces con un problema: “Encontrar fibras baratas y disponibles para convertirlas en material electrónico, a la vez que adecuada para las actividades del día a día, es un reto para la industria textil”. Esta investigación parece ser una esperanza para superar este problema y encontrar al fin el material adecuado”.