Si tienes pensado cursar enfermería, en algún momento vas a tener que enfrentarte al TFG. El TFG Enfermería tiene lugar durante el segundo cuatrimestre del cuarto curso, básicamente, el último. Este trabajo final es de carácter obligatorio, lo quiere decir que, si por cualquier motivo no lo realizas, no podrás obtener tu título universitario.
No se trata de un trabajo sencillo, ya que para su realización tendrás que invertir al menos 150 horas. Es el tiempo medio que se exige en la mayoría de los grados universitarios donde la asignatura suele ser de 6 ECTS. No obstante, hay facultades en España que le dan una mayor carga lectiva, llegando a tener más de 12 ECTS (300 horas).
¿Cómo empezar un TFG de Enfermería?
Un tutor o tutora será el encargado de asignarte la tipología de trabajo y el tema. Si no te gusta, no te preocupes, ya que podrás proponer uno por tu cuenta y también solicitar que otro docente te guíe. La primera fase solo se trata de un procedimiento administrativo sencillo que consiste en enviar una solicitud a gestión académica para que te dé el visto bueno. Solo tienes que estar atento/a a las convocatorias y cumplir con los requisitos.
El TFG de enfermería, independientemente de la línea de investigación que decidas tratar, deberá tener una extensión mínima de 40 páginas y no podrá tener más de 100. Este criterio puede cambiar entre universidades, así que consulta la guía que te corresponda para evitar posibles errores y retrasos.
Diferentes tipos de TFG
Una de las características de los TFG de enfermería es que existen diferentes tipos y estructuras. Dependiendo de tu tutor y de lo que te guste, podrás elegir entre algunos de los que detallamos a continuación.
Puedes llevar a cabo el análisis de un diagnóstico enfermero, un plan de gestión de los servicios de enfermería o una revisión bibliográfica con el objeto de actualizar el conocimiento de tu especialidad como enfermería pediátrica y geriátrica. También es posible realizar el trabajo fin de grado (TFG) en base a un proyecto de educación para la salud o de la educación sanitaria en un ámbito específico como el laboral, el hogar, el escolar…
Otra opción es realizar un trabajo de campo que tenga una relación directa con el grado o con las prácticas externas que estés llevando a cabo. Asimismo, hacer un estudio de caso que se derive de la práctica clínica o un estudio de investigación cualitativa. Para finalizar, puedes optar por desarrollar un proyecto de investigación o un plan de intervención.
Ejemplos de TFG de Enfermería
Independientemente del tipo de trabajo que elijas, la parte más importante es la memoria del TFG (entre 3000 y 8000 palabras). Tendrás que redactar varios apartados obligatorios como el resumen y las palabras claves, llevar a cabo una buena introducción, así como unas conclusiones y, por supuesto, la bibliografía (Normas APA, Vancouver, etc.).
A la hora de tomar referencias de TFG en Enfermería tienes miles de ejemplos en los repositorios institucionales de las universidades tanto públicas como privadas. Si usas estas base de datos puedes hacerte una idea de lo que debes hacer, con un trabajo real que ya ha sido aprobado y depositado.
La última fase del TFG en Enfermería
El TFG de Enfermería no termina con su redacción. También tienes que preparar una defensa oral que supondrá hasta un 30% de tu nota final. Para llegar a esta última etapa, ten cuidado con plagiar, ya que hoy en día es muy fácil identificar si copias y pueden suspenderte.
En definitiva, el Trabajo Fin de Grado es una oportunidad perfecta de poder mostrar toda la pasión que sientes por la Enfermería y de establecer los primeros cimientos antes de adentrarte al mercado laboral.