Elegir la almohada perfecta es tan importante como saber escoger un buen colchón, esto se debe a que nuestro sueño dependerá de ello. Un malestar común a causa de una mala elección suele ser el dolor de cuello u hombros y es por ello que si no puedes descansar bien, es porque ha llegado la hora de cambiar tu almohada. Pero no te preocupes que con esta guía podrás conseguir la que mejor se adapte a ti.
Un buen descanso se logra cuando tu cabeza, cuello y columna vertebral están en perfecta alineación, y este es el trabajo de las almohadas. Su labor consiste en que al dormir adoptes la posición adecuada y que de esta forma tus músculos se puedan relajar, de esta manera conseguirás un buen descanso. Es por ello que las almohadas son tan importantes.
Para conseguir la almohada ideal debes tomar en cuenta algunos aspectos, como tu complexión física y tus hábitos del sueño.
El tamaño ideal de la almohada perfecta
Entre algunos de los factores que debes tomar en cuenta a la hora de buscar almo hadas debes considerar la anchura de esta, la cual debe ser mayor que la de tus hombros. Mientras que su grosor y altura puede variar según cuál sea tu postura al dormir.
- Si duermes bocabajo una almohada de unos 10cm es perfecta para ti. Este tamaño también es ideal para los niños pequeños. Aunque algunos especialistas recomiendan que si duermes en esta posición lo mejor es hacerlo sin ninguna almohada.
- En cambio si duermes bocarriba, las almohadas de entre12-13cm te serviría bastante. Esta debe ser más baja que tus hombros.
- Pero si duermes de lado entonces lo más recomendado es que uses una almohada de 15cm. Las almohadas con este grosor te ayudan a mantener la cabeza y el cuello alineados con el eje de tu columna vertebral.
Un consejo es que al momento de ir a la tienda pruebes todas las almohadas, intenta adoptar la postura que adoptas al dormir; asegurarte de que tu cabeza, cuello y columna vertebral se alineen perfectamente.
El relleno perfecto para tu almohada
Los rellenos más comunes son las plumas, el relleno de látex o los rellenos sintéticos como la espuma.
- El las plumas usadas para el relleno de algunas almohadas generalmente son de pato. Las plumas blandas generalmente se suelen deformar aunque rápidamente regresan a su forma original. Este tipo de relleno es el más recomendado en caso de que duermas bocabajo, esto se debe a que no sujetan bien el cuello al dormir, por lo que no es el idóneo para quienes poseen una complexíon robusta o quienes tienden a moverse mucho durante el suelo. Ten en cuenta que si posees alergias este tipo de almohadas no es para ti, ni tampoco para niños pequeños.
- Las almohadas sintéticas por otro lado están rellenas con fibras de poliéster, por lo que transpiran bien. Generalmente este tipo de almohadas son blandas, es por ello que son perfectas en caso de que tengas una contextura delgada y para los niños, además de que no presentarás ningún tipo de alergias.
- El relleno de las almohadas de espuma normalmente es de poliuretano, el cual es un material que posee el efecto memoria, o sea, que por unos instantes mantiene la forma de la cabeza y el cuello sin importar si cambias de postura durante el sueño, por lo que no el relleno idóneo en caso de que te muevas mucho al dormir. Por otra parte es perfecto para quienes duermen de lado.
- Por último está el relleno de látex, el cual puede ser de origen natural, sintético o una mezcla de ambos. Este relleno sujeta bien la cabeza, es por ello que es perfecto si duermes de lado o posees una complexión corpulenta. El látex es un material muy cómodo para quienes se mueven a mitad del sueño, además de que es perfecto para las personas que son alérgicas a lo ácaros.
Almohadas blandas o duras
Lo cierto es que esta es una cuestión que dependerá de tus gustos y de tu postura al dormir. Las almohadas con rellenos acolchados (plumas, sintéticas y látex) soportan muy bien tu cabeza al igual que la zona de los hombros, por lo cual son perfectas si duermes bocabajo ya que de esta forma no forzarás tu cuello.
Mientras que las almohadas con relleno firme (Espuma) resisten mucho mejor el peso de tu cabeza y le dan un soporte a tu cuello, por lo que son perfectas en caso de que duermas bocarriba o de lado.
Aunque pueda parecer un tema de gustos, la verdad es que la morfología de las personas juega un papel muy importante al momento de elegir una almohada. Quienes sean robustos necesitarán almohadas firmes para poder brindarle apoyo al cuello, mientras que aquellos que cuenten con una complexión pequeña o mediana deberán usar almohadas más blandas para que se adecuen al peso de su cabeza.
Cuidados para las almohadas
Una vez que hayas elegido tu almohada ideal tendrás que comenzar a cuidarla muy bien para que alargues su vida útil, y si es posible, llegue a durar contigo unos 5 años.
Para esto puedes hacer lo siguiente:
- Asegúrate de ventilar las almohadas, para ello puedes abrir las ventanas de tu habitación antes de hacer la cama, permite que se ventile bien o incluso puedes dejarlas al sol al menos 1 vez por semana.
- Usa alguna funda protectora.
- Lávalas solamente 1 o 2 veces al año.
- Dales vuelta regularmente para evitar que se deformen.
¿Ya conseguirte tu almohada ideal?