La palabra tenedor está formada por el léxico tenere (dominante) y el sufijo do (que expresa agente), del latín. Dentro de todos los cubiertos utilizados en la cocina casera, están los tenedores. Son un utensilio para la mesa, tienen un mango y una cabeza con dientes que varían entre los 2 y 5 puntas dependiendo de para que se vaya a utilizar, aunque generalmente se usan solo para pinchar o sostener un trozo de comida, para luego llevar este a la boca.
En general, a menos que tengamos un negocio de hostelería, saber sus tipos y para qué sirven cada uno no es de mucho importancia, sin embargo, en ocasiones especiales como, por ejemplo, cenas de gala, puede ser de mucha ayuda saber diferenciarlos y su uso específico. El transporte suele realizarse de manera simple colocando la comida sobre los dientes horizontalmente, pero hay que tener cuidado porque existen errores que todos cometemos en la mesa.
Inicios del Tenedor
Aunque ya existían en Grecia y el Imperio Romano lo que hoy se considerarían tenedores de trinchar, no fue hasta inicios del siglo XI que llego a Europa, con Teodora, la hija del emperador bizantino Constantino X Ducas. Teodora lo llevo entonces hasta Venecia al casarse con Domenico Selvo, el dux de la entonces república, pero no se popularizo por la fama de escandalosa y reprobable que tenía esta. Incluso San Pedro Damián llego a tachar el uso del utensilio de extravagante e «instrumentum diaboli».
No fue hasta inicios del siglo XVI, cuando Catalina de Médici; en ese momento reina de Francia, decidió que (contrario a las costumbres de la época, en las que era visto como habitual comer con las manos, incluso en las mejores y más refinadas familias de la corte francesa) no quería ensuciarse, exigiendo así algún utensilio con el que comer.
Luego de esto se normalizo en Francia, y cuando comenzó a usarse en la península ibérica ya se usaba completamente en Italia, desde donde lo llevo el viajero Thomas Coyat hasta las Islas británicas.
«Muchos italianos se sirven de un pincho para no tocar los alimentos, para comer los espaguetis, la carne… No es nada refinado comer con las manos, pues aseguran que no todas las personas tienen las manos limpias.» Fragmento de un Diario de Thomas de Coyat
En el siglo XVIII, Alemania invento el tenedor curvo que se usa hoy en día, aunque las 4 puntas llegaron un siglo después. Desde entonces, el tenedor se popularizo de tal manera, que hasta la fecha es utilizado en todas las cocinas del mundo, aunque tardo más en llegar específicamente a las cocinas asiáticas ya que estas preferían el uso de palillos.
Además de su uso ya conocido, curiosamente se dice que la reina Catalina de Médici, le dio a los tenedores otro uso muy peculiar: lo utilizo para rascarse la espalda. Hoy se fabrican de muchos materiales, siendo el más común el acero inoxidable, que tienes que aprender cómo limpiar el mismo.
Tipos de Tenedores
A la hora de poner la mesa, es importante saber que los tenedores, por cuestiones de etiqueta, siempre van a la izquierda y no más de tres tenedores, aunque en caso de necesitarse más, se irían remplazando luego de ser utilizados, siempre puestos en el orden en el que van usarse, comenzando por el más cercano al plato terminando por el más alejado de este.
Tenedor de Mesa
Suele tener un tamaño similar o igual a la cuchara, con 3 o 4 puntas. Es, de entre todos los tipos, el más conocido y usado en las cocinas caseras, ya que, acompañado de un cuchillo de mesa, es perfectamente útil para comer filetes, ya sean de pescado, pollo o res.
Tenedor de Trinchar
En este caso, este tenedor cuenta con dos puntas, largas y separadas entre sí, por lo que es fácilmente identificable. Suele usarse, como su nombre lo dice, para sujetar el alimento mientras se rebana, como por ejemplo, el lomo completo o el pollo rostizado.
Tenedor de Entrantes
Tiene un menor tamaño que el del plato principal, con 4 o 5 puntas, que se utiliza mayor mente cuando se van a compartir las entradas, aunque también puede usarse perfectamente cuando se van a compartir platillos de pasta.
Tenedor de Carnes
Además de ser más grande que el tenedor de entrantes, se caracteriza por tener 4 puntas afiladas. Se usa para acompañar el plato principal, ya que, las carnes suelen ser las más pedidas en estos casos.
Tenedor de Pescado
A diferencia del tenedor de entrantes o el de carnes, este es más pequeño, ancho y plano, con un total de 4 dientes. Y como su nombre lo dice, es ideal para comer todo tipo de pescado.
Tenedor de Ostras
Son pequeños y robustos, con 3 puntas redondeadas bastante anchas y resistentes, ideales como indica su nombre, para sacar los moluscos de sus conchas.
Tenedor de Caracoles
Cuenta con 2 puntas bastante estrechas. Es de pequeño tamaño y al igual que el tenedor de ostras, sirven para sacar al caracol de su concha.
Tenedor de Fondue
Consiste en una vara que puede medir aproximadamente unos 25cm, con una terminación en dos puntas pequeñas y redondeadas. Se utiliza específicamente para introducir un trozo de pan en una olla con Fondue y así bañarlo en este.
Tenedor de Ensalada
Tienen un tamaño similar al de las cucharas de ensalada, con puntas pequeñas apenas marcadas y una forma ligera en general. Son bastante delgados, y como su nombre lo indica, son perfectos para ensaladas ligeras, a base de lechuga o cócteles de mango o papaya.
Tenedor Exprimidor
Tiene un tamaño pequeño, con 3 puntas afiladas y abiertas ligeramente, similar al tenedor de ostras por su complexión general. Como su nombre lo indica, suele usarse para extraer el jugo de limones, naranjas y toronjas.
Tenedor de Fruta
Cuenta con 3 puntas, de tamaño pequeño y ligeramente separado. Aunque suelen confundirse con los tenedores de postre, estos se utilizan para sostener la fruta mientras se pela o se corta con algún cuchillo.
Tenedor de Postre
Además de su pequeño tamaño, se caracteriza por tener 3 puntas redondeadas, conocidas como punta roma. Como su nombre lo indica, y gracias a su punta roma, son ideales para comer todo tipo de postres o tartas, suele ponerse delante del plato con el mango hacia la izquierda.