El desarrollo del ‘machine learning’, la seguridad y el gobierno o la flexibilización en el aprendizaje automático van a jugar un papel importante en los próximos meses y en la denominada era postCovid-19 sobre todo en analítica y gestión de datos.
La pandemia ha acelerado la formación en nuevas competencias digitales y 2021 va a ser un año de reafirmación, como exponen desde Cloudera, compañía especialista en capacidades de captura, procesamiento y gestión analítica de la información con capacidad de procesar datos masivos en tiempo real.
En este marco, las compañías seguirán lidiando con un aumento exponencial de las cantidades de datos y de las complejidades en las nuevas tecnologías. Por ello, desde Cloudera entienden que el aprendizaje automático será «fundamental» para las empresas si quieren aprovechar al máximo esos grandes volúmenes de información.
En 2021, la capacidad de una empresa para confiar en su modelo, en la medida en la que pueda producir acciones a partir de la información derivada de la inteligencia artificial, será «determinante» en su capacidad para sobrevivir.
Las empresas siguen anteponiendo la tecnología a la estrategia cuando se trata de la nube. La compañía destaca que hay una gran tecnología habilitadora, pero las organizaciones no han pensado en cómo usarla adecuadamente para su beneficio.
En este sentido, la seguridad y el gobierno del dato ocuparán un lugar central el próximo año. Es decir, habrá un mayor acercamiento hacia este gobierno del dato.
Por otra parte, lo ocurrido este año obligará a las compañías a repensar por completo lo que diseñen y pidan a sus modelos de aprendizaje automático. La capacidad de un modelo para obtener predicciones a la perfección será menos importante que la posibilidad de una estructura capaz de reflexionar automáticamente.
A su vez, las empresas van a buscar cada vez más modelos que perfeccionen ciertos atributos humanos como la proactividad o la agilidad instintiva, como apuntan desde Cloudera.
Asimismo, la inteligencia artificial ética va a ser fundamental durante los próximos doce y veinticuatro meses junto con la gobernanza de datos, que se van a aplicar a diferentes áreas, como el rastreo de contactos (en la lucha contra la Covid-19), los vehículos conectados y los dispositivos inteligentes, así como a los perfiles digitales personales, con respecto al aumento de la huella cibernética que conduce a preguntas de privacidad.
Y muy unido a lo anterior, está la preocupación por el uso de los datos. Cada vez más personas son conscientes del poder de los datos y de la responsabilidad de su tratamiento por parte de las empresas, lo que llevará a que en 2021 más compañías implementen controles de ética de datos en el desarrollo de ‘software’.
Se espera, además, que las geografías emergentes lideraren la adopción del 5G. Desde Cloudera explican que aunque el 5G lleva tiempo en los ‘smartphones’, la mayoría de las personas no se da cuenta de que su teléfono en realidad no funciona a esta capacidad, debido a que no sirve de nada sin una red adaptada.
Los proveedores de telecomunicaciones están empezando a actualizar la tecnología de red para admitirla. Y en esta instalación de infraestructura 5G se da la paradoja de que las geografías emergentes podrán superar el próximo año a las localizaciones convencionales. Esto se debe, como explican desde Cloudera, a que es mucho más sencillo instalar el último sistema tecnológico en un lugar nuevo que tener que revisar el sistema actual.
Por último, la compañía destaca la evolución de las redes eléctricas para las nuevas fuentes de energía. Así, señala que en 2021, se verá un cambio en las redes masivas que se usan hoy en día ya que la sociedad virará hacia el uso de más redes o microrredes comunitarias e incluso hacia sistemas individuales para hogares. Esta tendencia supondrá nuevos volúmenes de datos, más cercanos al consumidor, que deberán ser gestionados.