El paso del año 1999 al 2000 supuso un reto para la ciberseguridad, ya que un error de configuración en las fechas de los sistemas informáticos amenazaba con parar los ordenadores del mundo entero, pero quedado todo en una anécdota, se confirmó como el precursor del enfoque moderno de ciberseguridad.
El conocido como ‘Efecto 2000’, también llamado ‘bug’ Y2K, tiene su origen en la configuración de las fechas en los sistemas informáticos basada en dos dígitos, presumiblemente para ahorrar espacio.
Así, se estableció la programación con el formato ‘día/mes/año’ (por ejemplo, 26/03/98) en el que se omitía el siglo, asumiendo que el ‘software’ sólo estaría en funcionamiento entre 1900 y 1999.
Con la llegada del año 2000, el apartado correspondiente al año aparecería como ’00’, algo que los ordenadores interpretarían como el ’00’ del año 1900. Por tanto, «los sistemas informáticos, en lugar de continuar con una línea temporal progresiva, retrocederían en el tiempo cien años, generando un efecto cascada que derivase en fallos en sistemas primarios de los equipos», explican desde Check Point.
Mucho se habló entonces del ‘Efecto 2000’ y las consecuencias que tendría. Pero llegaron la noche del 31 de diciembre de 1999 y las campanadas que recibieron el año 2000, y para el público, los sistemas informáticos siguieron funcionando como de costumbre. Entonces, se debatió sobre si todo había sido un mito inventado por una parte interesada en obtener beneficio económico de la situación o, por el contrario, una amenaza real.
El ‘error del milenio’ «fue real y sólo la actuación de los gobiernos y expertos en ciberseguridad previnieron sus consecuencias», aseguran desde la compañía. Más aún, según señala el director general de Check Point para España y Portugal, Mario García, «demostró que contar con una estrategia de prevención de amenazas es clave en el mundo virtual».
Que el temido ‘Efecto 2000’ quedara en el imaginario colectivo como una anécdota, no significa que las consecuencias de un efecto así no vuelvan a repetirse. La compañía explica que «una de las soluciones más ampliamente utilizadas para combatir el Efecto 2000 fue cambiar el año de referencia al 20, ya que se pensaba que era una fecha lo suficientemente lejana como para que se utilizasen sistemas distintos.
Sin embargo, «más que una solución, simplemente fue un parche temporal para retrasar sus efectos», apuntan desde Check Point. De hecho, a consecuencia de de este cambio, el 1 de enero de 2020 los parquímetros de Nueva York (Estados Unidos) dejaron de procesar pagos, mientras que los jugadores de títulos como WWE 2K20 sólo pueden jugar actualizando la fecha a una de 2019.
Por otra parte, en el horizonte ya asoma el próximo ‘bug’ Y2K. Se conoce como ‘Efecto 2038’, y afecta principalmente a los ordenadores bajo en el sistema Unix (entre los que se encuentran todos los de Apple), que almacenan el tiempo como la cantidad de segundos que han pasado desde 1970. El límite de capacidad se cumple en 2038.
«En ciberseguridad no hay segundas oportunidades, por lo que siempre hay que ir un paso por delante y estar preparados para evitar cualquier tipo de fallo informático», concluye García.