¿Te has fijado que los bebés, al nacer, tienen los ojos grisáceos? La tonalidad de los órganos oculares varía poco entre unos y otros, ya que el proceso de coloración de los mismos todavía no se ha iniciado. Así que lo más probable es que el pequeño que acunes entre brazos tenga los ojos grises como los del hijo del vecino de enfrente, o el de aquel que vive al fondo de la calle.
De hecho, y a pesar de la incertidumbre de muchos padres acerca del color de los ojos de sus hijos, esto no comenzará a definirse hasta pasado el medio año de vida. Esa espera dará lugar a muchas conjeturas, pero lo cierto es que será la carga genética, junto con las células encargadas de dotar al iris de su correspondiente melanina, las que lo definan.
Hoy en QUÉ! te resolvemos el misterio de por qué la mayoría de los bebés presentan la misma tonalidad en sus ojos.
3LOS MELANOCITOS, RESPONSABLES DE LA COLORACIÓN DE LOS OJOS DE LOS BEBÉS
Lo habitual es que en los primeros días de vida, los ojos de los bebés tengan una tonalidad grisácea por la inmadurez de los melanocitos que se encargan de la pigmentación del iris, explica Lisa.
La maduración de los melanocitos y el estímulo solar generan la melanina que da color al iris. La evolución a una mayor o menor pigmentación será lo que haga el color del ojo más o menos oscuro. Aunque existe bebés que nacen con un color oscuro de iris, esto es lo menos frecuente, añade Lisa. En estos casos, el color definitivo será marrón o negro.
Tras el nacimiento lo que sucede es que se «colorea» el iris con la melanina que producen los melanocitos que se van desarrollando, cuanto más reducida es esta coloración más claro queda el color del ojo, algo que vendrá marcado por la herencia genética transmitida por los padres.
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