Un prejuicio es un juicio o una opinión mayormente negativa que atenta contra una o varias personas que integran un determinado grupo. Son comentarios formados sobre algo o alguien de manera anticipada y sin el debido conocimiento.
Los prejuicios suelen atentar contra personas que no forman parten del círculo ‘de referencia’, es decir, van directos a atacar a personas por su religión, cultura, clase social, orientación sexual, entre otro.
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Casi siempre, un prejuicio surge antes de tener la oportunidad de experimentar la realidad directamente. Suelen atentar o ir dirigidos hacia un individuo, luego se atribuyen a todo el grupo al que pertenece ese individuo, y posteriormente se aplican a todos los individuos del grupo.
Se dice que los prejuicios forman parte de los procesos mentales ‘inconscientes’ del ser humano y que modifican su capacidad de percibir la realidad. Un prejuicio siempre ha sido el objeto de críticas y estudios, debido que a partir de ellos es que nacen los movimientos y políticas extremistas.
Un prejuicio suele tener raíces en lo afectivo y a través de ellas se refuerzan ideas infundadas, que poco o nada tienen que ver con lo que puede experimentarse en la vida real.
Prejuicio, el mal que desata el rechazo
Cada persona es libre de opinar y pensar diferente referente a un determinado tema. Sin embargo, lo que no es aceptable es que dichas opiniones atenten contra una persona que es diferente o vive de una manera distinta a los ‘patrones’ que considera la sociedad que son correctos.
Un prejuicio casi siempre suele ser cargado de desprecio, aversión y hostilidad y muchas veces son el punto de partida de una lucha. Es decir, suelen ser en su mayoría los puntos de partida para cuestionar y luchar por lo que es considerado ‘correcto’.
Los prejuicios se aceptan o se rechazan, pero debido al nivel de hostilidad que generan terminan casi siempre en confrontación. Son carentes de argumentos y son basados en opiniones personales cargados de emoción y que distan de la realidad.
Se dice que un prejuicio tiene su origen en la crianza y muy a menudo en la cultura que se hereda. De acuerdo a doctrinas aprendidas , traumas personales, sociales o hasta históricos.
Una persona con prejuicio es aquella que no tolera las personas de culturas distintas a la suya. Suelen tener conflictos con personas que tienen religiones, aspectos físicos y orientación sexual muy diferente a la ‘acostumbrada’.
Tienden a tener pensamientos agresivos, emiten ofensas y asocian las tendencias negativas contra un determinado grupo. Estas personas son capaces de marcar distancia, romper relaciones de amistad y hasta sentimentales en caso que no se sientan apoyados por sus extremos pensamientos.
Prejuicio en la sociedad
Algunos ejemplos de casos de prejuicio en la sociedad son:
El racismo. Uno de los más notorios y existentes en las sociedades avanzadas actuales. Son aquellas que atentan contra ciertas razas por su color y etnia, en algunos casos son objetos de discriminación y persecución.
Xenofobia. La aversión y desconfianza hacia los extranjeros , hacia aquellos que pertenecen a otras culturas diferentes. La xenofobia parte de una inseguridad, malestar y es una idea que se alimenta de discursos que distan de la realidad.
Homofobia. Es el desprecio y aversión a las personas homosexuales , rechazando por completo su libertad de sentimiento hacia personas del mismo sexo. Discriminación , rechazo y hasta impedimento de vivir normalmente por sus preferencias.
Prejuicio y estereotipo ¿cuál es la diferencia?
El prejuicio es un juicio o valoración sin experiencia directa o real, generalmente negativo. También implica una emoción de carácter negativo sobre un grupo o persona. Es un punto de vista personal sobre alguien o algo. Ejemplo: «Marta no me cae bien porque es homosexual».
Mientras que el estereotipo es una imagen mental muy simplificada. No se puede estereotipar a una persona, ya que se trata de una imagen compartida por una colectividad. Ejemplo: «Los gitanos son todos unos ladrones».
Conocer, aceptar y convivir
El mundo ha cambiado lo suficiente y hoy día hay diversidad de pensamiento pese a que aún, en algunas regiones, la doctrina de lo socialmente correcto impere. No se es más o menos que otro por el color de piel, creencias, gustos y orientación sexual.
El conocimiento es amplio y existe gran información sobre la diversidad. El mundo conforme avanza se actualiza y eso deben hacer cada uno de los seres humanos en la tierra. Aunque mucho se esmeren los grupos radicales o el desconocimiento trate de marcar el pensamiento, cada uno debe darse la oportunidad de aclarar y descubrir posturas distintas.
Conocer, aceptar y convivir son parte de los propósitos actuales en una sociedad en crecimiento, pues nada atrasa más que el prejuicio y la ignorancia sobre un determinado tema. Cada día surgen más personas diferentes, añorando tal vez los mismos sueños que otros, queriendo cambiar el mundo y vivirlo de una mejor manera pero a su gusto.
Lo más sensato es conocer las ideas, gustos y preferencias. Estudiarlo desde la parte más humana , aceptar que todos somos diferentes y que todos vemos la vida de una manera distinta y convivir con ello. De eso se trata el mundo, de aceptar y vivir en medio de un ecosistema amplio y variado.