La Isla de las tentaciones 3: destapamos las infidelidades y otros secretos

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La  tercera edición de La isla de las tentaciones está al llegar. El programa “más rompedor y seguido de la televisión”, como dicen desde Telecinco, vuelve con nuevas parejas ansiosas de encontrar una respuesta a la gran pregunta que se hace cualquier enamorado o enamorada: ¿están hechos el uno para el otro? Difícil cuestión, ciertamente, y tal vez por eso sean tan elevados los índices de audiencia de un formato que le está funcionando a las mil maravillas a la cadena de Mediaset. Su estilo fresco y desenfadado le ha hecho ganarse un hueco en la parrilla de la televisión de nuestro país.

A la cadena de Mediaset le gusta probar y experimentar nuevos formatos, aunque buena parte de ellas acaban en la basura al cabo de pocos programas por bajas audiencias. No ha sido así con La isla de las tentaciones. Una vez más, tenemos a cinco parejas de valientes dispuestos a lavar sus trapos sucios ante los millones de espectadores que siguen el programa. Sus problemas son más o menos espinosos, y encontramos un poco lo de siempre en estos casos: celos, infidelidades, desconfianza…Cada loco con su tema y cada con su drama. Estos son los frentes abiertos que darán mucho que hablar durante la tercera entrega de La isla de las tentaciones. 

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Lucía y Manuel

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«Manuel, famoso por sus múltiples conquistas, decidió aparcar su vida de fiesta y mujeres en el momento que conoció a Lucía, el primer amor de su vida. O eso decía él… ya que, a pesar de estar muy enamorado, terminó por serle infiel«, así es como resume Telecinco el gran drama en la relación de estos dos gaditanos. Lucía, como es natural, se niega a ser “la cornuda de Puerto Real”, el pueblo en el que viven ambos, mientras que él es un “golfo” incorregible que no puede dejar de mirar y tirarle la caña a otras mujeres. Asunto complicado este, y habrá que ver cómo acaba.

Lucía acabó por perdonar a Manuel y darle una segunda oportunidad. Ha pasado un año desde entonces, pero los celos son una constante que sigue viciando y envenenando su relación. Lo que ambos buscan en La isla de las tentaciones es afianzar su relación y demostrarse que pueden confiar el uno en el otro. O, más bien, es Manuel quien debe demostrar que puede resistirse a la tentación y serle fiel a la que dice que es “el amor de su vida”.