Los aviones no tripulados o drones en Estados Unidos deberán tener una identificación remota (Remote ID), una exigencia que se enmarca en los trabajos para evitar los riesgos derivados de su vuelo sobre personas o en horarios nocturnos.
La identificación remota es una característica que permitirá integrar los drones en el sistema aéreo estadounidense. Con ella se identifican los drones en vuelo y la localización de sus centros de control, como explica la Administración Federal de Aviación (FAA, por sus siglas en inglés) de Estados Unidos.
Este requisito se exigirá a todos los operadores de drones que deban registrarse en la FAA, y su fin es garantizar la seguridad pública, especialmente en el marco de la ampliación de operaciones que ha realizado la Administración.
Las nuevas operaciones se refieren a los vuelos sobre personas y vehículos en movimiento -según el nivel de riesgo que pueda presentar un dron pequeño- y durante la noche, bajo determinadas condiciones. En la actualidad estas dos modalidades de vuelo están prohibidos, salvo que el operador cuente con el permiso de la FAA.
«Las nuevas reglas dan paso a una mayor integración de los drones en nuestro espacio aéreo al abordar las preocupaciones de seguridad», ha expresado el administrador de la FAA, Steve Dickson, en un comunicado. «Nos acercan al día en que veremos de forma más rutinaria operaciones con drones, como la entrega de paquetes», añade.