La intoxicación alimentaria, también conocida como “enfermedad producida por el consumo de alimentos”, se conoce como una enfermedad que se produce por ingerir alimentos contaminados o en mal estado. Las causas principales más frecuentes de intoxicación alimentaria son los organismos infecciosos, como son bacterias, virus y parásitos, o sus toxinas.
Los organismos infecciosos o sus toxinas pueden contaminar los alimentos en cualquier momento del procesamiento o la producción. Si los alimentos se manipulan o cocinan de manera incorrecta, la contaminación también puede producirse en el hogar.
Por lo general, los alimentos pueden llegar a contaminarse por estos organismos o agentes infecciosos durante el proceso de producción. Esto quiere decir que si los alimentos son preparados de una manera incorrecta o antihigiénica, la contaminación de los alimentos que van a ser consumidos en el hogar termina agravándose. Es por ello que hay alimentos que un experto en seguridad alimentaria no comería nunca.
Síntomas más frecuentes
Los síntomas característicos más frecuentes de la intoxicación alimentaria pueden comenzar a aparecer al cabo de un par de horas de haber consumido los alimentos contaminados, normalmente, suelen aparecer náuseas, vómitos o diarrea. Si bien en la mayoría de los casos, la intoxicación alimentaria no genera un problema grave y no requiere un tratamiento, es importante prestar atención, ya que algunas personas requieren atención médica.
Los síntomas de intoxicación alimentaria varían según el origen de la contaminación. En la mayoría de los tipos de intoxicación alimentaria se presentan uno o más de los siguientes signos y síntomas: náuseas, vómitos, diarrea líquida o con sangre, dolor y calambres abdominales, y en algunos casos, fiebre.
Los signos y síntomas pueden comenzar horas después de ingerir el alimento contaminado, o bien pueden comenzar días o incluso semanas después. Las náuseas que genera la intoxicación alimentaria suelen durar entre unas horas y varios días.
¿Cuándo debes pedir atención médica?
Estos son los signos o síntomas más frecuentes a los que debes prestar mucha atención y buscar atención médica lo más pronto posible:
-Episodios frecuentes de vómitos e incapacidad para retener líquidos
-Vómitos o heces con sangre
-Diarrea durante más de tres días
-Dolor extremo o calambres abdominales intensos
-Temperatura bucal superior a 100,4 °F (38 °C)
Los signos o síntomas de deshidratación más frecuentes son: sed excesiva, sequedad de boca, poca cantidad o ausencia de orina, debilidad grave, mareos o aturdimiento Además, presta atención a los síntomas neurológicos, como visión borrosa, debilidad muscular y hormigueo en los brazos.
¿Cómo puedo reconocer las causas de intoxicación alimentaria?
La contaminación de los alimentos puede ocurrir en cualquier punto de la producción: cultivo, cosecha, procesamiento, almacenamiento, envío o preparación. La causa suele ser la contaminación cruzada, es decir, la transferencia de organismos nocivos de una superficie a otra.
Esto es especialmente problemático en el caso de los alimentos crudos y listos para consumir, como ensaladas u otros productos. Debido a que estos alimentos no están cocidos, los organismos nocivos no se destruyen antes de comer y pueden causar una intoxicación alimentaria.
Muchos agentes bacterianos, virales o parasitarios causan intoxicación alimentaria. La siguiente tabla muestra algunos de los posibles contaminantes, cuándo es posible que comiences a tener síntomas y las formas de transmisión frecuentes del organismo. Además, hay alimentos que son peligrosos si se recalientan en el microondas.
¿Cuáles son los factores de riesgo?
Que te enfermes después de comer un alimento contaminado depende de tu organismo, la magnitud de la exposición, tu edad y tu salud. Los grupos de alto riesgo comprenden: adultos mayores, mujeres embarazadas, bebés y niños pequeños, y personas con enfermedades crónicas.
En el caso de los adultos mayores, en la mayoría de los casos, el sistema inmune no responde con tanta rapidez a estos agentes infecciosos como cuando eran más jóvenes. Por otra parte, las mujeres embarazadas suelen padecer de cambios bruscos en el metabolismo y la circulación, lo que conlleva a un aumento en la intoxicación alimentaria.
En el caso de los bebés y niños pequeños, el sistema inmunitario de los lactantes y niños no se encuentra completamente desarrollado. Mientras que las personas que sufren de una enfermedad crónica, como diabetes, enfermedad hepática o SIDA, o estar bajo tratamiento con quimioterapia o radioterapia para el cáncer reducen su respuesta inmunitaria.
¿Cuáles son las complicaciones de una intoxicación alimentaria?
La complicación grave más frecuente de la intoxicación alimentaria es la deshidratación, una pérdida grave de agua, sales y minerales esenciales. Si eres un adulto sano y bebes lo suficiente como para reemplazar los líquidos que se pierden por la diarrea y los vómitos, la deshidratación no debería ser un problema.
Los bebés, los adultos mayores y las personas que tienen un sistema inmunitario debilitado o enfermedades crónicas podrían tener una deshidratación grave si pierden más líquido del que pueden reemplazar. En este caso, es posible que tengan que ser hospitalizados y recibir líquidos por vía intravenosa. En casos extremos, la deshidratación puede ser mortal.
¿Cómo prevenir la intoxicación alimentaria en el hogar?
Prevenir la intoxicación alimentaria en el hogar es más sencillo de lo que piensas, con solo mantener una higiene al momento de preparar los alimentos o al adquirirlos en el mercado es más que suficiente. A continuación, te sugerimos algunos pasos que puedes seguir para no contaminar tu cocina.
Lávate las manos y lava los utensilios y las superficies de los alimentos con frecuencia. Lávate bien las manos con agua tibia y jabón antes y después de manipular o preparar alimentos. Usa agua caliente y jabón para lavar utensilios, tablas para cortar y otras superficies que utilices.
Mantén los alimentos crudos separados de los que están listos para comer. Al hacer las compras, preparar la comida o almacenar alimentos, mantén la carne de res, la carne de aves de corral, el pescado y los mariscos crudos lejos de los otros alimentos. Esto evita la contaminación cruzada.
Cocina los alimentos a una temperatura segura. La mejor manera de saber si los alimentos se están cocinando a la temperatura segura es utilizar un termómetro de alimentos. Puedes eliminar los organismos perjudiciales en la mayoría de los alimentos al cocinarlos a la temperatura adecuada.
Cocina carne molida a 160 °F (71,1 °C), y filetes, asados y chuletas, p. ej., carne de cordero, cerdo y ternera, al menos a 145 °F (62,8 °C). Cocina el pollo y el pavo a 165 °F (73,9 °C). Asegúrate de que el pescado y los mariscos estén bien cocidos.
Recuerda que en la prevención puedes encontrar la solución a todas las complicaciones que conlleva padecer una intoxicación alimentaria. Sigue estos sencillos pasos para garantizar la salud en tu hogar y para tus seres queridos.