Son muchas las tradiciones que se celebran en Navidad y casi todas tienen que ver con la comida. Especialmente con los postres, a los turrones, los polvorones, los mazapanes, etc. se suman productos típicos más elaborados como los panettones de origen italiano y el roscón de reyes típico de las áreas cristianas. El roscón de reyes es el último dulce que pone fin a las fiestas, pues la tradición manda comerlo el día de Reyes. Una de las curiosidades del roscón de reyes es que tiene el aliciente de esconder sorpresas en su interior, concretamente una buena y otra no tanto. Un juego que divierte tanto a niños como a mayores.
7Cuál es el origen del roscón de reyes
Los historiadores sitúan el origen del roscón de reyes en la Antigua Roma durante las fiestas de Saturnalia o los Saturnales. A lo largo de esas fiestas los romanos celebraban que los días se empezaban a hacer más largos, lo que les permitía aprovechar más el tiempo. Durante esos días festivos se desarrollaban diferentes actividades incluso se daba unos días libres a los esclavos.
Además, una de las costumbres era repartir unas tortas redondas de higos, dátiles o miel que escondían en su interior un haba. El esclavo que tuviese la suerte de encontrar el haba sería nombrado ‘rey de reyes’. Título que durante un corto periodo de tiempo le daba opción a disfrutar de favores y comodidades. La tradición fue conservada durante el cristianismo aunque sin darle mucha importancia. Hasta que en la Francia del s.XI se retomó.
En los pueblos se daba un bollo dulce a los niños más pobres para celebrar la Epifanía de Cristo. El que encontraba el haba era coronado y agasajado. La tradición después pasó al ámbito familiar. Fue en el s.XVIII, en la corte del Luis XV cuando apareció la dualidad entre premio y castigo que pasó a ser el haba.