La comunidad de La Rioja comienza este domingo, 27 de diciembre, el proceso de vacunación contra el coronavirus en las residencias de mayores, algo que se hará mediante una unidad móvil, y, de forma paralela, a los profesionales sanitarios, que acudirán de forma presencial al Hospital San Pedro. De momento, y para mantener todas las medidas de seguridad, se desconoce cuál será la residencia en la que se dispensará la primera dosis.
Tal y como adelantó la presidenta del Gobierno de La Rioja, Concha Andreu, la intención del Ejecutivo riojano es comenzar por centros de mayores donde sus residentes se han mostrado más vulnerables. Y, aunque ha reconocido que la vacunación «no es obligatoria», ha mostrado su confianza en que «los trabajadores sanitarios serán responsables y se la pondrán».
Por su parte, la consejera de Salud, Sara Alba, y el director general de Salud Pública, Consumo y Cuidados, Pello Latasa, afirmaron tras la habitual reunión semanal en Consejo de Gobierno que durante la primera fase de la vacunación «más de 15.000 riojanos estarán vacunados.
En palabras de Sara Alba «la vacuna nos da un horizonte de esperanza y salida de esta crisis».
Tras comenzar con las residencias de mayores, después «continuaremos con el personal sanitario de primera línea, es decir, usuarios y trabajadores de residencias de mayores y de centros de personas con discapacidad».
Para el proceso habrá una unidad móvil que acudirá a los centros donde vivan y trabajen estas personas y, sobre el personal sanitario, «estos lo harán en unos puntos de vacunación fijos que ya están habilitados en el hospital San Pedro y en la Fundación Hospital de Calahorra (FHC)».
Por su parte, Pello Latasa explicó que Salud «lleva meses trabajando para implementar las directrices de Sanidad» y llevar a cabo este nuevo proceso del que destaca «el esfuerzo y la colaboración que se ha llevado a cabo entre el personal del Servicio Riojano de Salud, Salud Pública, Farmacia y FHC para que todo salga de la mejor manera posible».
Cada equipo de vacunación estará compuesto por personal de Enfermería y auxiliares o administrativos que ayudarán a preparar las dosis, dispensarla y registrarla. Además, a cada persona que se le vacune se le dará una tarjeta «para tener información sobre su dosis y un contacto al que llamar si notan afectos adversos».
Latasa explico que, a medida que avancen las fases del desarrollo del programa de vacunación, distintos laboratorios irán autorizando sus vacunas y podrán entrar en el circuito nuevas dosis para ir ampliando la población diana.
Finalmente detalló que «en la primera etapa se prevé alcanzar las 35.000 dosis en nuestra comunidad pero es un dato estimativo porque seguramente estaremos sujetos a muchos cambios».