En los últimos meses ha sonado con mucha fuerza el regreso de Xavi Hernández al FC Barcelona, más ahora que ya se acercan las elecciones presidenciales en la entidad catalana y son varios candidatos que tienen el nombre del exjugador como una de sus cartas para poder asegurarse votos; porque estos lo colocan como el futuro entrenador del equipo si obtienen la victoria, algo que parece que no combina con los planes del actual estratega del Al Sadd.
Xavi ya expresó hace muy poco que en su planes a corto plazo están en Qatar, por lo que descartaba su salida de allí para entrenar a cualquier conjunto. En ese sentido, el técnico catalán hecha por tierra la promesa de un Víctor Font que es el que más fuerte ha apostado por él. Sin embargo, algunos que todavía tienen esperanzas de verlo al frente del barco blaugrana puede que se encuentren un escollo que el mismo Hernández no quiere dejar pasar por alto y este no es más que la presencia de cuatro jugadores en específico con los que no quiere encontrarse; no porque tenga algo en su contra, más bien todo lo contrario, debido a que no podrá dirigirlos como debería al tener una relación mucho más cercana que con otros. Estos futbolistas son: Gerard Piqué, Jordi Alba, Sergio Busquets y Lionel Messi.
2Jordi Alba es irreemplazable en el Barcelona
El mismo dilema que con Piqué, también envuelve a otro puntal en la defensa como lo es Jordi Alba. El lateral izquierdo es uno de los fijos en su posición, al punto de que justo ahora no tiene un reemplazo de garantías por lo que difícilmente se le pueda dejar en el banquillo. Además, tras tantas apuestas fallidas es poco probable que se decidan a darle el puesto a otro jugador mientras él permanezca en la plantilla, algo que hará como mínimo hasta el 2024. Con ese panorama Xavi no quiere estar entre esa tesitura de darle oportunidad a un nuevo refuerzo o recibir las críticas por seguir confiando en un lateral cuyo rendimiento ya está siendo algo irregular.