En pocos días, el 2020 termina (para alegría de muchos) las celebraciones van cesando y con ellas la euforia, ya no hay distracciones, e inevitablemente pensamos en lo que los 12 meses que han pasado, se han llevado. Es un periodo de nostalgia, que nos hace sentir vulnerables, sensibles e incluso tristes. Y si tal vez, las resoluciones del año pasado han sido un fracaso, este año tienes una nueva oportunidad para permitirte ser feliz. GrupoLaberinto, el último concepto de psicoterapia, te enseña 20 hábitos con los que puedes conseguir felicidad este 2021.
Vive el presente: Obsesionarse con el pasado o con el futuro, ambos fuera de tu control, es una de las principales causas de ansiedad y angustia. Disfrutar lo que vives «aquí y ahora», es esencial para sentirte satisfecho con tu vida y por tanto, ser feliz.
La felicidad está en ti: Algo muy común y muy equivocado es creer que otras personas son responsables de nuestra felicidad. Es importante que aprendas a ser feliz de manera independiente, las demás personas (familia, amigos, pareja*) son complementos de tu felicidad, no su origen.
Establece metas: De esta manera vas a conseguir ser más consciente de tus logros. Plantea metas realistas y no te satures, la finalidad es ver resultados, no colapsar. Cada meta establecida y superada es un paso más para acercarte a la felicidad.
Haz ejercicio: Científicamente la actividad física produce proteínas y endorfinas que nos hacen sentir felices, y si a esto le sumamos la mejora de la imagen, tenemos una bomba de felicidad al alcance de nuestras manos. Puedes empezar poco a poco con unos minutos al día, y aumentar conforme pase el tiempo y según tus necesidades.
Duerme más: Dormir ayuda al cuerpo a recuperarse, nos hace más productivos y positivos. Conseguir un descanso adecuado disminuye nuestra sensibilidad ante las emociones negativas, lo que va a traer beneficios a tu salud mental y a tu felicidad.
Sal al aire libre: Dar un paseo, sentir el aire fresco en tu piel y ver la luz del día, te hará sentir renovado y descansado. Solo 20 minutos al día pueden traer grandes mejoras en tu estado de ánimo y ayudarte a afrontar con una mejor actitud el día y la semana por delante.
Voluntariado: Los actos de bondad son gratificantes. Por pequeña que sea la ayuda, sentir que somos apoyo de una causa nos da un propósito, nos hace sentir parte de una comunidad y mejora nuestra imagen personal, haciéndonos sentir como consecuencia: felicidad.
Sonríe: Reír no solo aparenta felicidad, si no que la origina, disminuyendo el estrés y aumentando las endorfinas. El cuerpo no es capaz de distinguir entre una risa falsa o real, por lo que puedes empezar obligándote unos minutos al día, hasta que consigas una sonrisa real.
Medita: Meditar es una manera de despejar la mente y calmar los pensamientos, por lo que ayuda a mantener una visión clara de nuestras metas. Unos minutos al día pueden ayudarte a cesar las dudas y conservar una buena actitud.
Da las gracias: Agradecer, de corazón. Ser consciente de todo aquello que se tiene que agradecer, genera beneficios emocionales y aumenta los niveles de satisfacción personal.
Conecta con lo que te hace feliz: La rutina y la edad, son en ocasiones el motivo por el que creemos que ciertas actividades no están hechas para nosotros. Olvídate de todo esto y encuentra algo que te divierta y te haga feliz.
Busca algo nuevo todos los días: Ser más observador, y notar los pequeños detalles que suelen pasar desapercibidos, es una buena manera de vivir el presente. Lo conocido aporta cada vez menos satisfacción, además de que seguro encuentras algo que antes te parecía insignificante y que ahora te da felicidad.
Desconecta de los problemas: Realizar actividades, que disfrutes y que requieran un alto grado de concentración son ideales para olvidar por un periodo de tiempo nuestros problemas, y así dar un descanso muy necesario a nuestra mente.
Ponte en primer lugar: Es necesario equilibrar nuestra agenda. Por más ocupado que estés, en algún momento de la semana debería de haber un espacio, única y exclusivamente para ti.
Construye tu red social: No, no hablamos de esas redes sociales. Hablamos de conocer gente, de quedar con amigos o familia que de verdad estén ahí para ti. Socializar tiene beneficios infinitos, y hacerlo detrás de una pantalla no te los da.
Aprende de las experiencias: Hay que vivir las experiencias en el presente. Si prestamos más atención a construir recuerdos, y menos a los objetos y al pesimismo, conseguirás mejoras notables en tu estado de ánimo.
Deja el pesimismo: Hay que ser capaces de ver el «vaso medio lleno», e intentar encontrar el lado positivo de cada situación, ya sea buena o mala. Hay que tener presente que al final, todo lo que vivimos nos deja un aprendizaje.
Redefine tus valores: Hay que apartarse de todo aquello que nos causa ansiedad o estrés, y que justificamos con el hecho de que son obligaciones. Ordenar tus prioridades te ayudará a decidir si aquello que te hace infeliz, merece la pena seguir en tu vida.
Evita las comparaciones: Compararte con otra persona, no va a aportarte nada positivo. Tienes que tener en cuenta que cada persona tiene una historia propia y diferente, que no tiene nada que ver con la tuya. La única historia que importa para tu felicidad, es la que tu vives.
Perdona: La única manera de dejar el pasado atrás es con el perdón. El peso de los rencores te impide avanzar en tu camino hacia la felicidad, así que tu primera tarea es reflexionar sobre aquello que te ha hecho daño, para poder iniciar el proceso del perdón. Es duro, pero quitar el peso de tus hombros valdrá la pena.