En Navidad, llegan los mayores dispendios económicos del año, días en los que la inversión material y afectiva se dispara, días en los que todo debería ser perfecto, sin embargo ¿eres feliz?, ¿lo disfrutas?. Aunque las navidades deban ser un momento bonito, para muchos pueden traer emociones negativas, añoranza, estrés y malos recuerdos; especialmente en este año tan complicado y diferente para todos. GrupoLaberinto, el último concepto de psicoterapia, te enseña cómo sobrellevar en paz las Navidades, aunque tengas muy poquitas ganas de fiesta.
Menos comprar y más disfrutar: sé curiosa/o sobre la vida y lo que la rodea, prueba cosas nuevas, escucha plenamente a los demás. Busca activamente el humor y lo que te haga reír.
Mucho amor: sé amable con todos, especialmente contigo mismo. En lugar de ignorarte y criticarte, sé bondadoso también contigo mismo, cuídate y busca aquello que puede hacerte sentir mejor.
Sé detallista: quiérete, pero quiere también a los demás. La vida es como un boomerang y todo lo que das, se devuelve. Una simple nota escrita a mano a un compañero o a un familiar un día cualquiera es un detalle que hará que la persona se sienta querida y agradecida por tu parte.
Pasea: pasear durante media hora prestando atención a los sonidos, a la luz que nos envuelve, a todas las sensaciones del cuerpo, etc… puede resultar una auténtica meditación en movimiento.
Respira: el ancla del bienestar es la respiración, es lo más sencillo para relajarse y encontrarse con uno mismo, no necesitas nada, más que concentrarte en ella unos minutos.
Retoma tus hobbies: estos días de más tiempo libre, pueden ser un momento perfecto para hacer algo que hace tiempo dejamos abandonado: escribir en un diario, escuchar a nuestro grupo favorito, leer aquella obra que abandonamos a medias… lo que sea, siempre que lo hagamos a gusto y con ganas.
Medita: dedica unos minutos a la meditación cada día. Siéntate en un lugar silencioso. Cierra los ojos y enfócate en ti mismo. Para detectar tensiones puedes «escanear» tu cuerpo, con ojos cerrados, concentrándote en cada parte del cuerpo una por una y realmente sentirlas.
Atención plena cuando comes: dado que durante estas fiestas es difícil escapar de las copiosas cenas y comidas, podemos aprovechar para hacer un verdadero ejercicio de ‘mindfulness’ con aquellos platos que más nos gustan. Posiblemente, la báscula lo agradecerá.
Tóxicos sociales a pequeñas dosis: cuidado con el alcohol y la cafeína tan presentes en estas fechas. Son falsos amigos y grandes ansiógenos, prueba a sustituirlos por descafeinados y sucedáneos, mantendrás el hábito placentero y te librarás del enorme estrés que generan.
Agradece de corazón: dar las gracias no es lo mismo que agradecer, son términos relativamente parecidos pero tienen distintos enfoques. Profundiza en lo que hizo esa persona por ti y haz que no se sienta uno más. Agradecer te liberará.
Ten paciencia: recuerda que es la familia de tu pareja y que tendrás que amarla tanto como le amas a él/ella. O, al menos, saca tu parte más conciliadora.
Descansa, pero sin pasividad, no dejes que los días de vacaciones te pasen por encima ¡los has esperado todo el año!