La intoxicación alcohólica es un trastorno temporal causado por el consumo excesivo de bebidas alcohólicas. Cuando esta intoxicación es grave también es conocida como intoxicación etílica, congestión alcohólica o envenenamiento por alcohol.
El alcohol suele ser el protagonista en reuniones sociales y celebraciones. Algunos estudios confirman que el consumo moderado de algunos tipos de bebidas alcohólicas puede ser cardiosaludable. Sin embargo, el consumo en exceso de estas bebidas tiene consecuencias para la salud muy negativas.
Un problema muy grave es cuando se llega a tener intoxicación etílica, en este momento el contenido de etanol en sangre está muy por encima de los niveles que el organismo tolera. Imagínate la gravedad del asunto que este estado puede provocar inhibición y euforia, pero también tiene consecuencias muy graves como dificultad para respirar o, incluso, la muerte.
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Cualquier persona puede padecer una intoxicación etílica, sin importar su edad. Sin embargo, debido a su inmadurez, los menores de 21 años tienen más riesgo de sufrirla tanto física como psicológicamente.
Es tan frecuente el consumo de alcohol en jóvenes incluso menores de edad, que se hacen distintas encuestas para saber cómo es su consumo en esas edades. Un ejemplo de encuesta es la Encuesta Escolar sobre Uso de Drogas en Estudiantes de Enseñanzas Secundarias, por lo que con solo con el título de la encuesta podemos darnos cuenta cómo incluso los jóvenes que son menores de edad consumen este tipo de bebida.
En una de estas encuestas se obtuvo un resultado bastante alarmante, ya que el 26% de los estudiantes de 14 años afirmaba haberse emborrachado en el último año, y en el caso de los que tenían 17 años ascendía al 63%. No solo esto, sino que, considerando atracón de bebidas alcohólicas el consumir cinco o más copas, el 20% de los que tenían 14 años y el 51% de los de 16 años admitían haberlo hecho en el último mes.
