Uno de los mercados más dinámicos y de mayor crecimiento general en Estados Unidos es el que hace referencia a los préstamos personales y créditos para pequeñas empresas. El año 2020 ha sido un año especial por la situación económica y social vivida, y para el 2021 existen muchas expectativas -a partir de estudios especializados de bancos e instituciones analíticas del sector crediticio- que arrojan luz sobre sombras, sobre todo para los sectores que han sorteado la crisis con menos margen de maniobra.
Situación excepcional. De esa manera podría resumirse gran parte de año 2020 donde la pandemia y la situación sanitaria que de ello se derivó permitiendo un incremento de todo el mercado de préstamos en Estados Unidos, partiendo sobre todo desde la necesidad de llegar a fin de mes de muchas familias y sectores que perdieron sus empleos o vieron reducidos sus ingresos como motivo, directamente, de las modificaciones sociales y estructurales que instituciones gubernamentales y empresas privadas debieron hacer para sortear cada uno de los efectos de, como se decía, una situación excepcional.
A pesar de que el mercado de los préstamos personales también ha vivido una ralentización importante en ese tramo, no es para nadie un secreto que las necesidades de financiación, de emprendimiento y de utilizar la deuda como mecanismo de sobrevivir a los embates sociales y sanitarios se incrementaron exponencialmente.
El mercado de los préstamos personales en Estados Unidos, hoy
Si bien la situación a nivel de nicho de mercado de los préstamos personales es buena y goza de buena salud, no lo es tanto así para las personas y pequeños emprendimientos que han visto cómo las cuentas disminuyen mes tras mes sin que una solución aparente aparezca en el futuro cercano.
A nivel general, el mercado de los préstamos en Estados Unidos tiene hoy una serie de características que permiten entenderlo mejor:
- Garantías: aunque sin ser una obligación en todos los casos, la mayoría de las empresas de préstamos personales y para pequeños emprendedores coinciden en la solicitud de garantías o avales para la aprobación de préstamos. La volatilidad social se ha incrementado enormemente y las empresas intentan cubrir todos los riesgos posibles. Los préstamos son mucho más baratos y se aprueban casi instantáneamente, pero suponen una barrera de entrada para quienes no pueden dejar en garantía un hogar propio, un coche o un bien mercantil de valor.
- Plazos y cantidades: los plazos para la devolución de los préstamos se han reducido en un 20% en promedio y los importes también han corrido con la misma suerte. De nuevo, la inestabilidad social y laboral de muchas personas no les permite asumir compromisos de deuda a largo plazo, y así ha sido durante todo el 2020, por no saber qué pasaría a 30 o 60 días vista.
- Necesidades: las necesidades, entre tanto, se han incrementado. De los préstamos para el consumo y la compra de tecnología para microempresas del año anterior, a los préstamos asociados a cuestiones de salud y a mitigar daños de 2020, hay una diferencia de necesidades pero sobre todo un incremento de la urgencia. El mercado ha visto encarecer hasta en un 10% las tasas de interés producto de esa demanda, y algunos sectores, como el de los latinos -por tener trabajos asociados a sectores donde el contacto físico y el trabajo en exteriores son obligatorios-, encontraron una solución pero a un coste sensiblemente más elevado.
Expectativas para 2021
2021 será el año de la recuperación. Todos los analistas y firmas apuntan directamente en ese sentido y los hechos parecieran demostrar aquello. Para muchas familias y profesionales, sin embargo, esa recuperación ocurrirá más lento de lo esperado y en ese sentido la ayuda externa, mediante financiación, será de tremenda utilidad para acortar los tiempos y, por qué no, encontrar otras oportunidades de mayor rentabilidad para el tiempo y energía destinados.
La recuperación tendrá un dato relevante en el mercado específico de los préstamos en Estados Unidos, donde de por sí se encuentra un sector que sin ser inmune a los efectos sociales globales ha sabido sortear -a través de una oferta más variada y adaptada a cada perfil de usuario- los efectos potenciando las virtudes de un servicio que, lógicamente, siempre va a ser necesario.
Esto es lo que se espera para el 2021 en el sector:
Mayores oportunidades y con mayor flexibilidad
En el año de la recuperación, las personas tal vez no necesiten como una urgencia solicitar un préstamo como un mecanismo último de supervivencia. En cambio, se utilizará comúnmente la figura financiera del préstamo como un apalancamiento para emprender proyectos, cerrar ciclos negativos asociados a deudas, soltar amarras en general, para tener mayor tranquilidad de cara al futuro, iniciando, cada uno, su recuperación personal o familiar.
Por eso se espera que el mercado de prestamistas se diversifique. Mayor oferta, mayores oportunidades para los solicitantes, mejor segmentación de acuerdo a cada perfil y necesidad, y una mayor flexibilidad no solo en plazos y tasas de interés, sino en requisitos y utilizaciones posibles del dinero prestado.
Para el mercado latino en particular eso se traduce en excelentes noticias. Siendo uno de los sectores que ha visto disminuida su calidad de vida en gran manera, tener acceso -en mejores condiciones- a préstamos personales puede ser de gran utilidad.
Solicitudes más inteligentes
Ante el incremento de las posibilidades y ofertas -tanto de bancos como de profesionales del sector-, las solicitudes de préstamos serán más inteligentes. Eso significa que se investigará mejor, se visitarán sitios especializados como créditos en USA en búsqueda de las mejores condiciones para cada caso, y solo después de ello se elegirá la oferta más adecuada.
Es un dato relevante. La necesidad obliga a que las decisiones se tomen rápido y en el proceso se pueden incrementar sin necesidad los costes del préstamo y las tasas de interés, a la vez que se reducen los plazos para el pago. Cuando hay mayor oferta y mayor poder de decisión sobre cuál conviene más, los préstamos son más útiles porque son más flexibles y más baratos para todos.