La situación en el FC Barcelona está en un punto límite. A esa mala situación institucional que se creó desde la llegada de Josep Maria Bartomeu, maduró hasta llegar a un punto imposible de mantener la temporada pasada y que ya se está pagando en esta campaña con la falta de dinero para renovar la plantilla; ahora se añade esa crisis deportiva derivada de las malas actuaciones en los despachos y que se evidencia con este irregular juego de la plantilla. Cierto es que durante un tiempo los títulos maquillaron que las cosas no iban bien en el club azulgrana, pero ahora que los resultados abandonan a la plantilla muchos están pendientes de un futuro que puede cambiar con dos hechos importantes: la elección de un nuevo presidente en enero y la decisión que tome Lionel Messi con respecto si decido quedarse o no en el equipo.
Con eso en mente el conjunto blaugrana tiene un gran dilema, debido a que toda planificación que realice primero deberá pasar por lo que piense el nuevo mandatario y además por lo que decida hacer Messi. Sin embargo, esta es una mala situación debido a que tanto sus mismos compañeros como la afición del Barcelona se ven envueltos en una incertidumbre constante con respecto a lo que finalmente terminará haciendo. Todo eso no ha creado más que divisiones o disputas que han perjudicado mucho más a una entidad catalana que está en un peligro real, por más que algunos quieran dudarlo.
2Dos bandos enfrentados por Messi
Todo parece indicar, por sus gestos y por la falta de una firma que certifique su renovación, que Messi no seguirá en el club azulgrana a partir de junio. El problema es que desde el 1 de enero puede negociar libremente con cualquier equipo que quiera contar con él; por eso mismo dos bandos se han creado en la plantilla debido a este tema: los que quieren que el argentino se vaya de una vez por todas y los que esperan a que el capitán blaugrana se quede dentro de la escuadra en la que ha jugado toda su vida.
Obviamente entre los que quieren su salida se encuentran Antoine Griezmann, que desde ha tiempo se sabe que no tiene una buena relación con él, como demostró esas palabras de su tío; además del francés otros como Riqui Puig, que también esta enfrentado con él, Ter Stegen, Coutinho o Ansu Fati, tampoco quieren que siga para perturbar el ambiente del equipo. Que no haya votado por nadie del Barcelona para el premio The Best evidencia que con ellos no tiene muy buena relación y que lo haya hecho por jugadores del PSG (Neymar, Mbappé y Keylor Navas) es un claro guiño a donde quiere recalar.
Pese a eso, algunos como Jordi Alba, Sergio Busquets y Sergi Roberto aún lo quieren en el equipo; y otros como Braithwaite, De Jong, Ronald Araújo, Aleñá o Sergiño Dest no se enfadarían si Messi se queda, porque lo ven como una pieza que los puede ayudar. Los bandos están muy marcados dentro del club blaugrana y eso no hace más que intensificar una tensión que solo se librará cuando el argentino anuncie su decisión ante el mundo.