El secreto del queso fundido: destapamos de lo que está hecho

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El queso fundido es un producto lácteo elaborado a partir de queso, algunos productos lácteos fermentados, a los que se añade un emulgente llamado sales fundentes, algo de sal y colorante alimenticio.

En el supermercado lo encontramos en diversas presentaciones: queso loncheado para sandwich, hilado para gratinar. Queso tipo «quesito», queso untable, queso para pizza, capaz de fundirse a altas temperaturas y de formar hilos al ser estirado, entre otras variedades.

El queso es tan adictivo como las drogas, así quieres conocer más de este tipo de queso, acompáñanos para descubrir el secreto del queso fundido y cómo es el proceso de su elaboración.

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Otros ingredientes del queso fundido

Para elaborar queso fundido suelen emplearse otros ingredientes que determinan las características del producto final. Entre ellos:

  • Agua, que ayuda a formar la emulsión
  • Sal, que potencia el sabor y juega un importante papel en la textura del producto
  • Leche en polvo, proteínas del suero, que mejoran la textura y aumentan el rendimiento
  • Colorantes (por ejemplo carotenos), que aportan color
  • Gomas, como goma casia, que se utilizan para retener agua, espesar y aumentar la viscosidad. En definitiva, para mejorar la textura, especialmente en quesos con elevada humedad y quesos bajos en grasa
  • Correctores de acidez (por ejemplo, ácido cítrico), que mejoran el sabor e influyen sobre la textura
  • Aromas y especias, para mejorar el sabor y el aroma
  • Antiaglomerantes, como dióxido de silicio, silicatos, fécula de patata o almidón, para evitar que el producto se apelmace
  • Conservantes, como nisina, que evita el desarrollo de bacterias que podrían alterar el producto o ácido sórbico y sorbatos, que evitan el desarrollo de mohos.