El producto interior bruto (PIB) real de Estados Unidos experimentó una contracción del 2,6% en el tercer trimestre del año en comparación con el mismo periodo de 2019, según la tercera estimación del dato publicada este martes por la Oficina de Análisis Económico del Gobierno (BEA, por sus siglas en inglés), que mejora en una décima la cifra pronosticada el mes pasado.
La Oficina ha explicado que las revisiones al alza de la inversión fija no residencial, de la inversión residencial y de las exportaciones se compensaron parcialmente por las revisiones a la baja del gasto del Gobierno, de la inversión en inventarios fijos y del gasto de consumo personal.
De esta forma, la economía estadounidense registró una gran mejoría entre julio y septiembre, después de que el PIB se contrajera un 9% en el segundo trimestre en comparación con el mismo periodo del año pasado.
El gasto de los hogares cayó un 2,9% en el trimestre, la misma cifra que la previsión anterior, frente al descenso del 10,2% del trimestre precedente. De su lado, la inversión de las empresas experimentó una contracción del 2,5%, frente al 2,7% estimado hace un mes. En el segundo trimestre, la caída fue del 17,5%.
De su lado, las exportaciones cayeron un 15,7%, una décima peor que la primera estimación, y las importaciones observaron un descenso del 9,4%, una décima menos que la estimación anterior.
En términos anualizados, es decir, extrapolando los datos del trimestre al conjunto del año (la forma preferida por la BEA para informar de los datos), el PIB del país experimentó un incremento del 33,1% en el trimestre, la misma cifra que la estimación anterior. En el segundo trimestre, la caída anualizada fue del 31,4%.
En el trimestre, los ingresos disponibles de los estadounidenses se contrajeron un 13,2%, tres décimas peor de lo estimado en noviembre, al tiempo que la tasa de ahorro alcanzó el 16%, diez puntos menos que en el trimestre anterior.