Comer gambas y langostinos en España es una auténtica tradición, mucho más en estas fechas navideñas ya tan cercanas. Y no es de extrañar pues son uno de los alimentos que más le gustan a todo el mundo. El sabor a mar, su textura suave y agradable, su exquisito olor, todo nos invita a comerlas cuanto antes. Es cierto que hay gambas de muchas clases y precios, pero justamente eso las convierte en un manjar que resulta accesible prácticamente a casi todo el mundo.
Ahora bien, en los últimos años hemos empezado a escuchar noticias que afectan a que sería un alimento poco saludable, más bien su cabeza, pero es que uno de los placeres de comer gambas viene a ser justamente chupar la cabeza que es donde se concentra una parte importante de su sabor.
1Por qué es mejor que no chupes las cabezas de las gambas
Lo cierto es que la recomendación no es ni mucho menos nueva, hace ya diez años, concretamente desde el 14 de abril de 2011 que la Agencia Española de Seguridad Alimentaria y Nutrición, dependiente del ministerio de Consumo del Gobierno, recomienda“limitar en la medida de lo posible, el consumo de la carne oscura de los crustáceos, localizada en la cabeza, con el objetivo de reducir la exposición de cadmio”.
Y es que el cadmio es un metal que en grandes cantidades resulta tóxico para el organismo. El problema es que, aunque lo consumamos en pequeñas cantidades, el cadmio se va acumulando en el organismo. Concretamente lo hace en el hígado y los riñones, donde permanece entre 10 y 30 años. El cadmio es muy tóxico para los riñones pudiendo ser causa de una disfunción renal.