El Cid: los errores históricos de Amazon Prime que no se le perdonan

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En silencio intensamente llorando, volvía la cabeza, los estaba mirando. Su mujer, rota, con una mano en la cabeza del marido y otra en el hombro del hijo, que le consuela. Yace sobre una mesa de madera, con las manos ensangrentadas por una grave herida abierta en el torso. Como puede, abraza a su pequeño Ruy, a quien le dedica su último aliento. “Ruy, mi espada. Con esto puedes conseguir todo”. Más grande que él, la toma por el pomo y la empuñadura, resbalando por el pecho de quien perece. Del que nace la nueva leyenda: El Cid, en Amazon Prime Video.

Quizás la introducción te suene de algo. Pues hace un par de días, comenzábamos de tal forma en el diario un artículo en el que, a falta de horas para el estreno de la gran apuesta El Cid, comentábamos de manera superficial algunos de los errores históricos que la serie de Amazon Prime Video había cometido.  Fruto de la anacronía entre tiempos distintos. Que quizás, y solo quizás, a un espectador común no le hace daño. Pero a un contador de historias, más aún a cualquier historiador o crítico de series, crisparía.

Tales son los errores que El Cid ha perpetrado en su primera temporada, que muchos se atreven a compararla con un intento de Juego de Tronos de flojera. Algo que no puede escudarse ni en las palabras del creador y responsable de la ficción, José Velasco: “En El Cid nos hemos permitido muchas licencias, como también se las permitió el Cantar de mio Cid”. ¿Quieres conocer los detalles acerca de todo lo que te aguarda, y el calibre de los mismos? Adelante. Así es El Cid, de Amazon Prime Video.

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¿El Cid, de Amazon Prime Video, es fiel a la historia real?

El Cid, serie de Amazon Prime Video

Fue hace unos meses cuando empezamos a conocer lo que nos aguardaría la nueva a puesta de Amazon Prime Video, a través de cada adelanto publicado. Hace unos meses también empezaron a surgir las polémicas, en relación con varios anacronismos. Por ejemplo, el primero fue cuando se mostró a Jaime Lorente, encarnando a El Cid, cuando empuña la espada. Puesto que compartía grandes similitudes con la Joyosa, el arma atribuida a Carlomagno. Como puedes ver en la imagen de más abajo.

Encontramos más anacronía en los pendones de las coronas de Castilla y León. Puesto que en la época no eran de esa manera.  De hecho, el de León directamente nunca fue así. Y los poblados árabes que se muestran en cada tráiler, son demasiado modernos. Como dicen algunos, son demasiado…árabes para la época y la zona.

Pero El Cid, realmente es una serie documentada. En palabras de José Velasco: “Respetamos mucho la historia. Lo que sí hemos intentado hacer, aunque esto no es un documental sino una ficción y nos hemos tenido que inventar muchas cosas, es ser muy específicos con cómo era la historia y qué pasaba”. Continúa diciendo: “La realidad es que nos hemos permitido muchas licencias, sin duda, porque esto es una ficción. También se las permitió, y lo digo sin ningún rubor, El mio Cid, que cuando lo contrastas con hechos reales hay muchas cosas que no pasaron, como la jura de Santa Gadea por ejemplo. Lo que aspiramos es a recrear de una manera moderna y distinta, que le llegue igual a la gente que le llegó en su día el poema, las aventuras de este personaje. Eso sí, contando cosas que no se habían contado antes”.

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