La Diputación Foral de Vizcaya ha liberado esta mañana en el puerto de Bermeo un ejemplar joven de foca gris que fue rescatado el pasado 11 de diciembre en este mismo emplazamiento. En el momento del rescate, el animal presentaba una herida leve en la cara y se encontraba debilitada, muy probablemente como consecuencia de haber sido arrastrada por las corrientes de los temporales marítimos registrados en las jornadas previas a su hallazgo.
Guardas forestales de la Institución foral se acercaron al puerto bermeano y trasladaron a este ejemplar hasta el Centro de Recuperación de Gorliz, donde tras una primera revisión y después de curarle la herida, se procedió a alimentarlo.
El mismo día 11 se le suministró a través de una sonda una papilla de pescado, y el sábado se le administraron fluidos para su rehidratación, ya que hasta el domingo el animal no empezó a comer el pescado que se le ofrecía, según ha informado la Institución foral.
A partir de ese momento, se ha alimentado sin problema en las instalaciones del centro, de donde ha partido esta mañana para su liberación, después de que los veterinarios hayan comprobado que su estado de salud es bueno y tras haber recibido la alimentación necesaria para afrontar también con garantías el período posterior a su liberación en la naturaleza.
Aunque no es habitual que se produzcan este tipo de situaciones, no es la primera vez que se rescata, atiende y libera un ejemplar de foca gris, ha explicado la Diputación. Así, desde la puesta en funcionamiento del Centro de Recuperación de Fauna Silvestre de Bizkaia en él han ingresado 12 animales de este tipo.
Los últimos casos han sido los de otra cría en 2014 y otra foca adulta el año pasado, que se recogió en febrero en Lekeitio con un traumatismo ocular y fue liberada en abril en Lemoiz.
Este año ha sido singular en el Centro de Recuperación de Fauna Silvestre de Bizkaia, tanto por el número de ejemplares atendidos como por la tipología de algunos de ellos. Así, durante estos meses y hasta el 20 de diciembre, han pasado por las instalaciones de Gorliz un total de 1.343 animales, lo que supone un «notable» incremento con respecto a los dos años anteriores, ya que en 2018 se atendieron 988 y en 2019, 1.040.
El equipo del centro atribuye el incremento de animales atendidos a la mayor concienciación de la ciudadanía y el mayor conocimiento sobre la actividad de este centro, que hace que cada vez haya más personas que se dirigen a él cuando encuentran un animal herido, muerto o una cría, y a que durante el confinamiento ha habido mayor presencia de animales en entornos urbanos, que no son los más adecuados para las especies silvestres.
El presente ejercicio ha sido también atípico en cuanto al tipo de animales recogidos en el centro, si bien es cierto que se mantienen las tendencias habituales, como el hecho de que hayan sido las aves (938 ejemplares) las atendidas en mayor número.
Los animales que se han atendido y que se corresponden con especies poco habituales han sido un flamenco común, que se liberó a finales de septiembre en Urdaibai y que es el primer y único ejemplar de esta especie que ha atendido el Centro de Recuperación de Fauna Silvestre de Bizkaia; una tortuga de espolones africana, especie exótica hallada durante el confinamiento; y un zampullín chico, especie de la que se han atendido dos ejemplares en toda la historia del centro (la primera, en 2009).
También han pasado por el centro un camaleón común, que ha sido enviado al Zoobotánico de Jerez; un avetorillo, el quinto de los animales de esta especie atendidos en el centro; y un cisne negro, especie exótica que ha entrado en cuatro ocasiones en las instalaciones de Gorliz.