Ser dueño de un perro no significa entenderlo. Debemos de tener claro que, a pesar de que hace miles de años que los perros y los humanos compartimos nuestra vida y espacio, muchas cosas de las que hacemos pueden resultar molestas al “mejor amigo del hombre”. No se trata tanto de que tu perro te odie como de esas cosas que haces sin darte cuenta de que a él no le gustan nada. Entender a nuestro perro nos ayudará a tener una mejor relación con él.
A veces parte del error de entendimiento que las personas podemos tener con nuestro perro parten de nuestra tendencia a humanizarlos en exceso. Sin embargo, si lo pensamos bien, a veces también le hacemos a nuestro perro algunas cosas que a nosotros mismos nos resultarían muy molestas, especialmente si no tenemos aún mucha confianza con la persona que nos las hace. Veamos algunas:
3Mirar a un perro fijamente a los ojos
También aquí debemos diferenciar entre si se trata de un perro que no conocemos bien o de nuestro propio perro. Pero, incluso en el último caso dependerá del grado de confianza que tengamos. Mirar fijamente a los ojos a un perro desconocido es algo que debemos evitar, ya que supone una especie de reto. Imagina que vas caminando por la calle y un desconocido se queda mirándote fijamente a los ojos, seguramente te sentirías bastante incómodo.
Si tenemos una buena conexión con nuestro perro el que nos mire mientras le hablamos puede resultar en cambio positivo.