El clima de optimismo que empezaba a respirarse en Europa y en el mundo entero podría no ser más que una vana ilusión. Cuando ya parecía que, gracias a la vacuna, empezábamos a ver la luz al final del túnel, llega un nuevo golpe inesperado que nos retrotrae de nuevo a aquellos días de incertidumbre en marzo. El pasado lunes 14 de diciembre, el ministro de Sanidad británico Matt Hancock, anunció que habían detectado una «nueva variante» del SARS-CoV-2, el coronavirus que causa la Covid-19.
La cepa en cuestión se estaba propagando a una velocidad alarmante, mucho más alta que el ritmo de contagio del Covid que ya conocemos. Tras varios días de expectación, el gabinete de Boris Johnson decretó un confinamiento duro en las zonas donde se habían detectados brotes de esta nueva cepa. Aunque todavía hay muchas incógnitas sobre el comportamiento de la misma, buena parte de los países europeos ya están vetando los vuelos con Reino Unido por precaución. Esto es lo que se sabe de momento sobre esta nueva cepa del Covid detectada en Reino Unido.
3No hay pruebas de que sea más letal
Todos los esfuerzos e investigaciones de los científicos se orientan ahora a determinar si esa nueva mutación puede resultar más letal y dañina que las ya conocidas. Los análisis efectuados hasta el momento por los expertos en Reino Unido indican que no es así. Pese a la elevada transmisibilidad de la nueva cepa, no hay evidencias ni de que cause mayores complicaciones ni de que sea más mortífera que las anteriores.
Maria Van Kerkhove, responsable técnica de la gestión de la pandemia de Covid de la Organización Mundial de la Salud, aseguró la semana pasada que “hasta ahora no hay pruebas de que la nueva cepa se comporte de manera diferente. Aunque los estudios son aún preliminares, todo parece indicar que esta cepa británica no incrementa la carga viral de los pacientes contagiados.