- Situada en una de las mejores fincas de Europa y perteneciente a una saga de agricultores de segunda generación, la bodega Familia Conesa-Pago Guijoso cuenta con la denominación de origen Vino de Pago, el mayor reconocimiento a la calidad y a la singularidad que existe en España en materia vinícola y que solo poseen 18 bodegas.
- Su ubicación entre dos parques naturales, sus 1.100 metros de altitud, que favorecen un clima extremo, y sus suelos de guijarro otorgan complejidad y frescura a sus vinos, todos ecológicos y de extraordinaria relación calidad-precio.
- La finca se extiende a lo largo de 2.000 hectáreas y engloba diferentes cultivos –incluyendo el viñedo, diseñado por el gurú de la viticultura Richard Smart– y una cabaña ganadera ovina.
Ubicada en la histórica comarca del Campo de Montiel (Albacete), a unos 17 kilómetros de la localidad de El Bonillo, El Guijoso está reconocida como una de las mejores fincas de Europa en cuanto a conservación de la biodiversidad. En sus pedregosas tierras, por las que discurre un río, cohabitan numerosas especies animales (conejos, liebres, perdices, ciervos, jabalís y algunas protegidas como la avutarda, el águila imperial o el lince ibérico) y crecen de forma natural romero, tomillo, lavanda, pinos, encinas, enebros y uno de los sabinares más valiosos de la Península, con ejemplares de hasta 2.000 años. Actualmente alberga además una importantísima explotación agrícola y ganadera que dedica 1.400 de sus 2.000 hectáreas a diferentes cultivos (hortalizas, árboles frutales, etc.), todos ellos con certificación ecológica, incluido el viñedo.
En 1983, el célebre arquitecto onubense Eleuterio Población, entonces dueño de la finca, planta en El Guijoso las primeras cepas de Tempranillo y Cabernet Sauvignon: se trata del primer viñedo de la zona y de una de las primeras viñas en espaldera de España. A lo largo de tres décadas se producen y comercializan vinos a pequeña escala, hasta que en 2013 la propiedad es adquirida por Antonio Conesa, agricultor de origen murciano que, junto a su padre y sus dos hermanos, es responsable de una de las empresas más potentes y especializadas del sector agrícola.
D.O. Vino de Pago
Gran apasionado del mundo vino y de carácter visionario, Conesa invierte en estas tierras un 120% del valor de su compra y decide apostar fuerte por la viticultura: dota a la bodega y al viñedo de las más modernas tecnologías y se rodea del mejor equipo posible para extraer todo el potencial a un terruño único en nuestro país, que cuenta con la denominación de origen Vino de Pago, el máximo reconocimiento a la calidad y singularidad que otorga la legislación española en materia vinícola y que solo poseen otras 17 bodegas.
Las 122 hectáreas de viñedo de Familia Conesa-Pago Guijoso se encuentran en una altiplanicie situada a 1.100 metros sobre el nivel del mar, lo que lo convierte en uno de los viñedos más elevados de España. Su altitud, junto a su ubicación estratégica entre dos parques naturales –las lagunas de Ruidera y la sierra de Alcaraz–, propicia un microclima diferente al del entorno: de tipo continental, con fuertes contrastes de temperaturas entre el día y la noche y las cuatro estaciones del año bien marcadas.
Diseñado por Ricard Smart
Esta climatología extrema favorece la maduración lenta de la uva, que se recoge entre 60 y 80 días después del envero, y hace que el vino resultante tenga más carga de polifenoles y, en consecuencia, mayor riqueza de matices. Por su parte, el suelo de guijarros –que dan nombre al pago, Guijoso– aporta mineralidad y contribuye al confort térmico de la planta desde su raíz.
El viñedo está diseñado por el australiano Richard Smart, gran gurú de la viticultura mundial, y dividido en subparcelas que se trabajan de forma ecológica y se controlan al milímetro gracias a dos estaciones meteorológicas propias que envían datos a tiempo real. Las variedades plantadas son las blancas Chardonnay, Sauvignon Blanc y Viogner y las tintas Cabernet Sauvignon, Merlot, Syrah, Tempranillo, Garnacha y Petit Verdot –todas perfectamente adaptadas al entorno– y existe una pequeña extensión de viñedo experimental con varietales como Zinfandel, Trincadeira, Tannat, Montepulciano, etc.
Excelente equipo humano
En Familia Conesa-Pago Guijoso son conscientes de que para hacer un buen vino no basta con tener un terruño excepcional; además, hay que saber entenderlo y, sobre todo, trabajarlo y, para ello, el equipo humano es fundamental. Este está liderado por Pedro Carrascosa, director general de la bodega y viticultor por tradición familiar que cuenta con formación en ingeniería agrícola y enología, una dilatada carrera en diferentes bodegas de la talla de CVNE y una interesante experiencia vital que le llevó a ser cazador profesional en África durante cinco años. «En bodega –explica– conjugamos las más modernas tecnologías con una labor absolutamente artesanal» y se apuesta por el batonnage (crianza sobre lías) en el caso de los vinos blancos y por crianzas mínimas de seis meses en el de los tintos.
La bodega se encuentra en un edificio de estilo entre manchego y andaluz que data de 1987 y que está ubicado a menos de 20 minutos de cualquier punto del viñedo para que la uva sufra lo menos posible en vendimia. Dispone de dos salas de envejecimiento, una de ellas en una cueva subterránea, de un parque de 516 barricas (500 de roble francés y 16 de americano), de dos depósitos ovoides para la oxigenación y microxigenación del vino y de seis tinajas de barro del año 1840 que han sido adaptadas con acero inoxidable y que se utilizan para afinar determinados vinos.
Además, la bodega Familia Conesa-Pago Guijoso ofrece diferentes propuestas de enoturismo y dispone de una tienda en la bodega y una tienda online en la que adquirir todos sus productos.