Las mascarillas ya son un complemento indispensable para nuestro día a día. Es por eso que muchas fábricas se están dedicando a hacerlas sin discernir si son seguras a no. Entre la salud y la calidad hay incompatibilidad. La pandemia que estamos sufriendo invita a que todas las mascarillas sean 100% seguras. Es por eso, que la Organización de Consumidores ha advertido sobre algunas mascarillas que son filtrantes y no nos aportan toda la seguridad necesaria para evitar el virus y no contagiar a nuestros allegados.
Según el las indicaciones del Ministerio de Sanidad, hay que tener en cuenta unas pautas para adquirir una mascarilla. Las personas sanas deberán usar mascarillas higiénicas. Las mascarillas quirúrgicas deberán ser usadas por personas enfermas. Sin embargo, si trabajas en sanidad o estás en contacto con el virus, deberás elegir una mascarilla EPI. Estas pueden ser reutilizables o de un solo uso. Y siempre hay que cambiarlas tras 4 horas de uso o cuando estén húmedas. La efectividad de la mascarilla afecta mucho a nuestra salud. Vamos a ver qué mascarillas ha recomendado no usar la OCU.
2Mascarillas que no filtran partículas
Algunas de las alertas aseguraban que hay mascarillas que ponen que son autofiltrantes pero que en realidad presentan problemas en el filtrado de partículas. De la larga lista de la Rapex, al menos 80 mascarillas tienen este problema.
Las mascarillas FFP2 que tienen este problema son la N95, KN95 y KF92. Estas deberían tener una retención de partículas entre el 92 y el 95%. Son elementos de seguridad recomendados para personal sanitario y personas en contacto con el virus.
En la realidad, las mascarillas tienen un porcentaje de filtración menor del que dicen. Hay algunas como la KN95 Lug con menos de un 62% de retención. Otra como la KGT TK 95 tiene un porcentaje de filtrado inferior al 35%.