Asociaciones provida han asegurado que este jueves 17 de diciembre es «un día de luto» para España por la aprobación en el Pleno del Congreso de los Diputados de la Ley Orgánica para la regulación de la eutanasia.
«Hoy es un día muy triste para España pero reafirmamos nuestro compromiso de seguir defendiendo la vida y reclamar que no se destine ni un euro a destruir la vida de nadie», ha declarado a Europa Press la presidenta de la Federación de Asociaciones Provida, Alicia Latorre.
Según ha asegurado, la ley de eutanasia es «una ley inhumana que legaliza quitar la vida a una persona en una situación de máxima vulnerabilidad» y «un proyecto ideológico detrás del cual hay intereses económicos».
En este sentido, Latorre ha reprochado al Gobierno «falta de moral» y ha deseado que este proyecto de ley «no llegue a culminarse» para que España «no forme parte de la lista negra de países que han apostado por la muerte».
Para el presidente de la Fundación Más Vida, Álvaro Ortega, «la fecha de hoy pasará a la historia para las próximas generaciones como el día que se abandonó a los abuelos a la muerte en soledad y sin los cuidados que merecen».
«Los partidos políticos aún están a tiempo de parar este día negro y de luto para los abuelos. Apelamos a la conciencia de los representantes políticos para frenar esta proposición en beneficio de una ley integral de desarrollo de cuidados paliativos», ha reclamado en declaraciones a Europa Press.
Además, ha criticado la «escandalosa rapidez» con la que se ha aprobado en el Congreso la proposición de ley que, a su juicio, «no responde a una necesidad social y menos aún en el momento actual de pandemia donde las principales víctimas mortales están siendo precisamente los abuelos».
Por su parte, la portavoz de Derecho a Vivir, Rosana Ribera de Gracia, ha indicado que la votación de la proposición de ley de eutanasia de este jueves en el Congreso «pasará a la historia como uno de los actos más irresponsables y perversos llevados a cabo por los diputados socialistas y sus socios en esta Legislatura».
«¿Desde cuándo matar a los más débiles es una solución para acabar con el dolor y el sufrimiento? La ley de eutanasia sólo va a significar una cosa: más muertes. Aprobando una medida así se está diciendo a las personas enfermas, a las que tienen una discapacidad, son mayores o dependientes, que su vida no merece la pena y que lo mejor es quitarlas del medio», ha advertido.
Asimismo, ha avisado de que la ley de eutanasia «obligará a los sanitarios a ser cómplices de estos homicidios legales» y ha criticado que la norma se esté tramitando «con nocturnidad y alevosía».
Mientras, el director del Foro de la Familia, Javier Rodríguez, ha apuntado que con la aprobación de la ley de eutanasia, «se consolida la gran brecha que existe entre los intereses económicos e ideológicos del Gobierno y las necesidades y preocupaciones reales de la sociedad española».
«Sale adelante una ley discriminatoria, antiprogeresista, que coloca a España en la vanguardia mundial del abandono a las personas más débiles y vulnerables. Sale adelante una ley que los españoles ni piden ni quieren, impuesta con calzador», ha lamentado.
También ha afeado que el Gobierno «no pretende ni siquiera explorar» la vía de los cuidados paliativos «aún por desarrollar en España», y ha llamado a «luchar, desde la calle, contra la ley».
«FRÍVOLO E INNECESARIO» EN MEDIO DE LA PANDEMIA
Por su parte, el Think Tank de Familia The Family Watch ha tachado de «frívolo» e «innecesario» que se hable de la eutanasia y se diga «que lo principal para la sociedad es poder decidir en qué momento quiere morir» en la situación actual, «en la que miles de personas están falleciendo por el Covid».
A su juicio, lo que más preocupa a las familias es la «generalización», es decir, «en base a qué, o en qué situaciones se puede dar esa eutanasia, ya sea activa o pasiva, y quién puede tomar dicha decisión, sobre todo, en situaciones de máxima tensión».
Para The Family Watch, la muerte digna pasa por «los cuidados paliativos». Por ello, ha pedido que se reconozca una capacitación específica y que se desarrollen porque, según ha advertido, en España hay «74.469 pacientes que necesitan cuidados paliativos y no los reciben falleciendo con dolor, desatendidos, y en muchas ocasiones en soledad».