Es una de las cosas más molestas que puede pasarte: encontrarte una multa en tu vehículo o que un policía te la extienda en la mano. Con la tesitura económica actual, una sanción puede desequilibrar en exceso tu cuenta de gastos, pero ¿y si pudieras librarte de ella? Muchas veces pueden ser recurridas sin que sea necesario pagar el importe de la sanción a la DGT.
Y es que para recurrir multas de tráfico importa, sobre todo, que conozcamos las leyes de tráfico y las de circulación. Es la propia Dirección General de Tráfico quien presenta, en su web, los pasos básicos que has de seguir para hacerlo.
Eso sí, has de tener en cuenta que al presentar alegaciones a una multa se pierde el descuento. Y si esa alegación es rechazada, lógicamente, tendrás que pagar la multa completa. Te recomendamos por tanto que procedas con la solicitud solo en el caso de que te veas con las de ganar.
1¿ESTÁS DESCONTENTO CON TU MULTA?
Haciendo honor a la verdad, en la mayoría de los casos las multas se acaban pagando, aunque existen varios motivos que pueden eximirte de abonar la cuantía correspondiente. Uno de ellos es, por ejemplo, si presentan algún defecto de forma. Esto es, si el agente de la autoridad competente apuntó mal nuestros datos, por ejemplo. Por esta razón has de reclamar sí o sí, ganarás casi seguro.
Se puede evitar pagar la sanción, además, si esta ya ha prescrito o puedes aportar una prueba que demuestre que llevas la razón y la autoridad competente no. Sea como fuere, tampoco pienses que reclamar una multa es una tarea especialmente complicada. Con estos sencillos pasos presentarás sin ningún problema tu alegación a la DGT.