Puede parecer un error hablar de efectividad en el Barcelona tras ver como los goles se les escaparon varias veces a Messi, Braithwaite y, de forma increíble con el arco solo, a Griezmann; pero es que los goles de Jordi Alba y de Frenkie de Jong resolvieron un partido que que si solo se analiza la primera parte, nunca estuvo en peligro, a pesar de que fueron los visitantes los que se adelantaron en el marcador.

Esa ocasiones antes ni si quiera entraban y que tanto el lateral izquierdo como el mediocampista hayan aprovechado las suyas, ya habla de que el camino que están siguiendo es el correcto. Sin embargo, no solo fueron esas dos ocasiones, también fueron efectivos para crear jugadas de gol ante el líder del campeonato y no la mecieron improductivamente en el centro del campo como ante otros rivales. Eso también es efectividad. Al igual que lo que tuvieron en crecimiento de pases y en quites con esa presión alta. El Barça de la primera mitad es el que se espera ver durante toda la temporada y allí la efectividad debe pasar a darse en la regularidad con la que mantienen tanto el nivel físico como ese nivel de juego. En eso deben trabajar.