A veces puede parecer una especie de cliché, estamos comiendo una ensalada y al probar los tomates, no podemos por menos que exclamar, este tomate no sabe a nada, no tiene que ver con los tomates de antes. Y más que tratarse de una añoranza de los sabores de nuestra infancia, la ciencia viene a darnos la razón. Hoy en día, los tomates tienen un color rojo sumamente llamativo y una forma perfecta, pero su sabor es apenas inapreciable. Y parece que los tomates no han sido los únicos en perder sabor, son muchas las frutas y hortalizas en las que apreciamos el mismo proceso.
4Los productores potencian las características de aspecto y resistencia
Los productores se centran a la hora de cultivar en las características que garantizan un buen rendimiento, resistencia a las enfermedades y la firmeza que permita el envío a largas distancias más que en el sabor que proviene de elementos más difíciles de cuantificar y valorar.
Sin embargo, este descubrimiento es positivo en el sentido de que nos puede permitir recuperar el antiguo sabor de los tomates mediante un sistema de hibridación sin tener que recurrir a la creación de productos transgénicos.