El pescado es un alimento básico de nuestra dieta, pilar de la gastronomía mediterránea, pero tenemos que tener claros los riesgos asociados a su mala conservación. El anisakis, parásito que se transmite de estos seres vivos a los seres humanos, puede crear graves dolencias, aunque congelándolo adecuadamente pueden evitarse toda esta serie de problemas.
Las dos principales alteraciones que se pueden desencadenar tras entrar en contacto con este parásito son infección gastrointestinal o alergia. En los últimos años, cabe recordar, se ha puesto en cuestión el sistema de seguridad que hasta ahora se aplicaba.
Así, se ha ampliado el período mínimo de congelación a unos cinco días frente a las 24 horas recomendadas hasta esa fecha. Si el pescado congelado contiene anisakis no es porque el sistema ya no funcione o el parásito se haya vuelto resistente, sino porque la congelación ha sido deficiente y no ha seguido las pautas indicadas.
6LOS PELIGROS DEL ANISAKIS EN ESPAÑA
Los riesgos del anisakis varían según la procedencia del pescado. Un equipo de investigadores de la Universidad de Granada confirmó una mayor presencia del parásito en los boquerones de la costa suroeste peninsular del Atlántico y la noroeste del Mediterráneo, e insisten en congelar o cocinar el pescado antes de consumirlo.
Según dijo la OCU en 2017, uno de cada tres pescados que se consume en España están infectados con anisakis, especialmente boquerones en vinagre y sardinas asadas. No obstante, el riesgo es mayor dependiendo de la zona geográfica, ya que en el Cantábrico, el riesgo se dispara al 50%, mientras que las especies de peces que llegan del Mediterráneo apenas alcanzan el 6%.