El juzgado de instrucción 2 de Valladolid ha acordado la libertad del guardia civil jubilado detenido este fin de semana y que permaneció atrincherado en su domicilio.
De conformidad con el fiscal y con el criterio del forense, el investigado ha sido derivado a un centro hospitalario para su valoración psiquiátrica y la necesidad de un posible internamiento, según un comunicado del Gabinete de Prensa del Tribunal Superior de Justicia de Castilla y León recogido por Europa Press.
La causa, abierta por un delito de atentado, la instruirá el juzgado de instrucción 1, que estaba de guardia cuando ocurrieron los hechos y acordó las primeras diligencias.
El exguardia civil, de 47 años y con varios antecedentes policiales, se atrincheró el pasado sábado en su vivienda en el número 7 de la calle General Shelly y no fue detenido hasta este lunes cuando salía de su domicilio, y ello pese a la resistencia ofrecida, de ahí las lesiones leves causadas a cuatro policías.
En la detención se le intervinieron la pistola de perdigones, un spray de defensa y una navaja de 16 centímetros. Además, en el registro domiciliario se ocuparon dos carabinas de aire comprimido, dos machetes con hoja de 14 centímetros, un hacha de cocina y una defensa extensible de acero.
Todo comenzó en la tarde del sábado, sobre las 17.00 horas, cuando se recibió un aviso del 1-1-2 informando que en el domicilio se escucharon gritos y detonaciones. Al lugar, acudieron dotaciones policiales que confirmaron unas detonaciones que se escucharon desde la escalera, en el exterior de la vivienda. Los agentes intentaron hablar con la persona que se encontraba en el interior, si bien no fue posible.
La Policía Nacional desconocía si el arma era real o simulada por lo que se adoptaron las precauciones debidas por si los disparos fueran reales. Así, contactaron con el juez de guardia, que autorizó la entrada en el domicilio para confirmar que la persona se encontraba sola, retirar el arma de fuego y evitar daños a las personas.
La Policía Nacional estableció un dispositivo de seguridad en el exterior del inmueble para evitar que el individuo disparara sobre los viandantes, por lo que se procedió a cortar la calle al tráfico rodado y se prohibió el paso de viandantes por la misma.
Simultáneamente, estableció un dispositivo de seguridad en la escalera de acceso a la vivienda por si la persona encerrada intentara salir de la misma para poder interceptarla, si bien fueron «infructuosos» los intentos de contactar con el sujeto.
Poco después se personó en el lugar de los hechos el equipo negociador de incidentes que consiguió establecer comunicación con el atrincherado con el que conversaron a través de la puerta. El individuo exteriorizó un discurso incoherente y efectuó ocasionalmente detonaciones de fogueo.
Tras la conversación mantenida por el equipo negociador con la persona encerrada, ésta abrió la puerta del domicilio y contactó con uno de los componentes del equipo. Cuando parecía que podía abandonar el piso, el exguardia civil intentó meter en la vivienda, «tirando de él», a un componente del equipo negociador, que tuvo que forcejear para evitarlo. En ese momento, los agentes uniformados intentaron entrar a la vivienda, pero no dio tiempo ya que cerró la puerta repentinamente.
Tras este intento de resolución el encerrado procedió a colocar la llave en la cerradura por el interior y acumular muebles detrás de la puerta, por lo que no fructificaron los intentos de abrirla.
Finalmente, se decidió que como la persona encerrada no representaba un riesgo para ninguna persona ni para él mismo, sin intención ninguna ni de abrir la puerta ni de salir de su domicilio, fueron retirados los efectivos policiales, sanitarios y bomberos manteniendo un indicativo radiopatrulla en el exterior de la finca por si en un momento dado decidiese abandonar la vivienda para poder interceptarlo.
La detención del agente jubilado se produjo este lunes cuando salía de casa.