La consejera de Sanidad de la Junta de Castilla y León, Verónica Casado, ha destacado este martes que los datos de la Comunidad en cuanto al número de contagios por COVID-19 mejoran aunque ha advertido de una «ralentización» en esta caída que podría ser consecuencia del puente de diciembre, por lo que ha apelado a la responsabilidad individual para afrontar la Navidad porque una tercera ola podría comprometer el servicio sanitario.
En la rueda de prensa semanal en la que Casado analiza la evolución del virus en la Comunidad ha insistido en pedir a los ciudadanos que, ante las fechas que se aproximan, intenten evitar encuentros «innecesarios» y ha puesto como ejemplo la situación vivida en EEUU tras la celebración de Acción de Gracias, cuando se han registrado los mayores picos de contagios de toda la pandemia.
«Si no somos precavidos podemos terminar contagiados y poniendo en riesgo la desescalada, nos jugamos la salud y la vida, el virus no entiende de calendarios», ha advertido Casado.
Con respecto a la posibilidad de que se endurezcan las medidas planteadas como ya ocurre en otros países de la UE, Casado ha garantizado que si se produce un incremento de contagios será necesario volver a adoptar restriccciones de acuerdo con el «semáforo» marcado con niveles y acordado en el seno del Consejo Interterritorial de Salud, por lo que se podría procudir un retroceso en la desescalada en algunas zonas.
«Una tercera ola podría poner en riesgo el sistema sanitario», ha garantizado Casado, quien ha recordado que actualmente las UCIs todavía tienen un gran volumen de pacientes COVID por lo que la situación de partida no es buena.
«Partiríamos de una situación con muchos pacientes ingresados, lo que puede conllevar que el sistema se vea sobrepasado», ha advertido Casado, quien ha asegurado que desde Sanidad ya se han elaborado planes de contingencia para todos los hospitales, aunque ha confiado en no tener que congelar las vacaciones de los sanitarios para afrontar enero con un descanso «tanto físico como psicológico».
En cuanto a la situación de las provincias la consejera ha reiterado que Salamanca se ha unido a Segovia en el Nivel 3 de alerta, al tiempo que ha señalado que Soria también va por buen camino. Además, Burgos capital ya podrá pasar a la Fase 4 sin medidas excepcionales y abrir el interior de la hostelería con un aforo del 33 por ciento, así como gimnasios y centros comerciales el próximo viernes.
Castilla y León a nivel estatal ocupa ahora el puesto número 12 en cuanto a número de casos por 100.000 habitantes con 193, por debajo de la media de España, un descenso que se produce «a buena velocidad». «Tenemos que seguir y nos preocupa la Navidad», ha aseverado la consejera, quien ha insistido en que la velocidad de descenso ha bajado.
Así, León, Soria, Valladolid y Zamora siguen estando en riesgo algo, mientras que Ávila, Salamanca y Segovia ya alcanzan el riesgo medio. No obstante, preocupa la incidencia de Aranda y Miranda (Burgos) y de Palencia, donde ha crecido el número de brotes en zonas «muy concretas».