La liberalización del transporte ferroviario de pasajeros en España ha arrancado este lunes, tal y como estaba programado a partir de la normativa europea, aunque con el operador público, Renfe, todavía como única empresa prestando estos servicios de Alta Velocidad abiertos a la competencia.
Tras el proceso abierto por Adif, el gestor de toda la red ferroviaria, serán tres las compañías que en principio operarán los primeros tres corredores abiertos: la Alta Velocidad entre Madrid y Barcelona, Valencia y Sevilla.
Competirán con Renfe la francesa SNCF, a través de la marca Ouigo, e Ilsa, consorcio participado por Air Nostrum y Trenitalia, seleccionadas a través de un concurso público que fijó en diez años el periodo para operar.
La intención del operador galo era comenzar sus operaciones este mismo lunes 14 de diciembre, pero la crisis sanitaria provocó en septiembre que retrasara su estreno al 15 de marzo. Ouigo ha comenzado ya a vender billetes a 9 euros entre Madrid y Barcelona, con paradas en Zaragoza y Tarragona, a partir del 10 de mayo.
Pese a que la francesa ha trasladado su intención de mantener en marzo el inicio de su actividad en España, sus primeros billetes serán para viajar a partir de mayo, puesto que un día antes, el 9 de mayo, está previsto que finalice el actual estado de alarma que restringe la movilidad de las personas.
De su lado, Ilsa no prevé comenzar sus operaciones por la red ferroviaria española de alta velocidad hasta el segundo semestre de 2022.
«MÁS PERSONAS AL TREN»
A pesar de que el objetivo principal de la liberalización es la entrada de la competencia, los tres operadores, así como Adif, han afirmado en numerosas ocasiones que su intención con este proceso no es dividir el número de pasajeros entre ellos, sino hacer que más gente se suba al tren.
Como el tren es el medio de transporte más sostenible para el medio ambiente, el cambio del coche o de cualquier vehículo privado o el avión por el tren repercutiría en una menor contaminación y en una mayor consecución de los objetivos climáticos.
En este sentido, la presidenta de Adif, Isabel Pardo de Vera, ya ha defendido que los vuelos de corto recorrido tienen que desaparecer «más temprano que tarde», aunque destaca que el negocio de estas compañías no está en los vuelos de corto recorrido, sino en los internacionales.
Por su parte, el presidente de Renfe, Isaías Táboas, cree que la liberalización se convertirá en una oportunidad para la empresa pública, ya que «permitirá estimular a la compañía para atraer a más personas al tren», con productos como su tren ‘low cost’, Avlo, o la plataforma de movilidad integral RaaS.
Tras vender hasta 1.000 billetes en una hora en el primer día de comercialización de billetes de Ouigo, su directora en España, Hélène Valenzuela, defendió que esta alta demanda de billetes «refleja el precio atractivo de nueve euros que cuesta el viaje entre ambas ciudades» y constató que había una demanda «que no estaba atendida».
Por último, el consejero delegado de Ilsa, Fabrizio Favara, aseguró recientemente que la compañía invertirá 1.000 millones de euros en España para la puesta a punto de su servicio.
Favara apunta a un objetivo de 50 millones de viajeros anuales en las líneas de Alta Velocidad, lo que supone más que duplicar los 22,4 millones que registró solo Renfe en el último año completo.